En las últimas semanas la tensión entre el imperialismo y el Estado argentino subió de tono. La propuesta de quita del 75% sobre los bonos a los acreedores privados volvió a alinear al G7 y al FMI en una presión común contra Kirchner. El Financial Times, dijo que no podía tolerarse más el chantaje argentino y llamó al FMI a endurecer posiciones. Por esas horas, el presidente cenaba con Aznar en Madrid y recibía congratulaciones del amigo de aventuras y masacres de Bush. Horas después, en EE.UU., se daba curso a una serie de presentaciones judiciales de un fondo de "ahorristas preocupados" con sede en islas Caimán, e inhibió varias propiedades de la cartera diplomática del Estado argentino, abriendo un frente de conflicto superior. Pero pese a los cantos patrióticos, el gobierno comenzó a ordenar el retroceso poniendo en práctica una serie de medidas exigidas por el FMI: el aumento de tarifas de luz y gas sectorizado y la formación del sindicato de bancos.
De dónde venimos
La propuesta de quita del 75%, no puede ocultar que Kirchner firmó con el FMI la entrega del 3% del superávit primario, que implica el giro de unos 15.000 M de pesos a cambio de nada durante tres años. Tampoco debería olvidarse que en el 2003, entre Duhalde y Kirchner, le giraron más de 7000 M de dólares al FMI y que no se tomaron medidas para controlar la evasión del 80% de las divisas que obtienen las multinacionales exportadoras. Mucho menos que la política oficial honra una deuda fraudulenta, continuidad de la dictadura y el menemismo.
Un cálculo aproximado expresa que invirtiendo en el país el superávit fiscal que va al FMI se podrían crear más de 630.000 puestos de trabajo1. El gobierno, destinó sólo 1500 M para el plan de obras públicas, lo que permitiría crear sólo unos 40.000 puestos de trabajo, sobre un océano de desocupados y subocupados que superan los 5 millones. ¿Cuál es la atención oficial que se presta a la "deuda interna"?
El pago de la deuda externa recae sobre las espaldas del pueblo trabajador, no hace más que profundizar el hambre y cerrar toda posibilidad seria de creación de trabajo genuino. Una deuda pública que supera los 180.000 M de dólares2, y que aún con la quita del 75%, se ubica en los 110.000 M de dólares. Estos terribles números superan en más de 30% el PBI3, que roza actualmente los 85.000 M de dólares4. Lo que la hace francamente impagable.
Las mentiras tienen patas cortas
Kirchner comenzó a ceder. Para demostrar su "buena fe", acaba de otorgar un aumento sectorizado a las empresas de energía eléctrica y el gas. Repsol saludó esta medida de buena amistad y será, junto a otras petroleras que vienen colocando fuera de Argentina más del 70% de las divisas que se roban, uno de los grandes beneficiados. Este ajuste se trasladará a los precios finales de los productos, incidiendo directamente en el costo de la energía, cuestión que suele trasladarse al consumidor. El aumento de tarifas implica una mejora en la rentabilidad a boca de pozo de casi 40%5, y un ataque que puede implicar un aumento de entre el 10 y 25% a los más de 500 mil transportistas y taxistas que utilizan el GNC como combustible. A la vez, Kirchner compensó a los bancos en más de 2500 M de pesos emitiendo nuevos bonos y creando nueva deuda, reconociéndole al capital financiero sus fraudes y atracos pasados.
En la misma línea, desdibujándose sus gestos de negociador duro con el imperialismo, Kirchner (y Lavagna) formó el "sindicato de bancos" para negociar la deuda privada. Entre los beneficiados con este nuevo negocio "nacional" se encuentran Merrill Lynch y la UBS, sospechados de lavar dinero mediante fondos oscuros entre la Argentina y Uruguay en la última década infame6.
El imperialismo apretó y el gobierno pactó una tregua. Las variables de pago en torno a la mentada "quita" podrían dirigirse a la emisión de bonos atados al crecimiento del PBI, combinando los mismos a cláusulas de inversión con privilegios legales, que los imperialistas podrían llegar a tener en cuenta, ya que se les puede abrir una nueva camada de negocios bastante atractivos en el corto plazo7. Naturalmente, cualquiera sea la variable de pago a los acreedores, sus consecuencias las sufrirán los trabajadores y el pueblo.
Por una respuesta obrera y antiimperialista
Los jóvenes K identificaron la "causa nacional" con la "deuda interna" mostrando la imagen de un niño desnutrido. Pura hipocresía. Nada de "digno" ni de "nacional" tiene la política kirchnerista. Mínimas medidas para avanzar en la independencia nacional implican la ruptura con el imperialismo y el FMI y el no pago de la deuda. En vez de compensar a los bancos se debería avanzar en la nacionalización de la banca poniéndola bajo el control de los trabajadores. No más de 20 empresas8 controlan el superávit de la balanza comercial, especulan con las divisas y fugan los capitales al exterior. Está planteado instaurar el monopolio del comercio exterior en manos del Estado. La reestatización sin pago de las empresas privatizadas bajo control de los trabajadores y usuarios es otro de los pasos a dar para avanzar contra la expoliación imperialista.
Una lucha antiimperialista consecuente no puede dejársela en manos de la burguesía nacional y su casta política. No hay que caer en los engaños de la burocracia de Moyano (CGT), que llama "en defensa de los intereses del pueblo" a apoyar al gobierno frente a la "usura financiera internacional", ni de la CTA, que pide la convocatoria a una consulta popular para reafirmar la política oficial de Kirchner. Sólo los trabajadores y el pueblo oprimido, con total independencia de las políticas patronales, tienen la fuerza para frenar la entrega y la sumisión. No se podrá acabar con el hambre, la desocupación y la miseria sin la instauración de un gobierno de los trabajadores.
1 Le Monde Diplomatique, febrero 2004. "Si se duplicara la asignación para obra pública, que asciende a 1500 millones de pesos anuales, sería posible crear 126.000 puestos." Por lo tanto, sólo los 15.000 M podrían producir la posibilidad de crear esos 630.000 puestos de trabajo.
2 Clarín 08/02/04 (otros medios estiman la deuda en casi 200.000 M U$S).
3 Un PBI, por demás, que ha perdido casi tres veces su valor de cambio respecto a los parámetros monetarios internacionales y que está muy por debajo del alcanzado en el año ’98.
4 Clarín 22/01/04. Con la suba del 8%, en el 2003 el PBI alcanzó los 254.000 M de pesos. El PBI del año ’98, a valor dólar, llegó a casi los 290.000 M de pesos.
5 Página/12, 14/02/04.
6 Página/12, 15/02/04.
7 Las tasas medias de ganancia en la Argentina oscilan en el 10%, y de pasar la nueva ley laboral, las condiciones en beneficio de los patrones se profundizarán.
8 Entre ellas Cargill, Bunge, Deheza, Repsol, Techint, Perez Companc, Petrobras, Dreyfus.