Si durante todo el año pasado los trabajadores del subte fuimos la inspiración de millones de trabajadores que odian a la burocracia sindical, y la expresión más visible junto a los compañeros de Kraft del “sindicalismo de base”, en estos meses hay cosas que han cambiado.

Hoy nos encontramos entrampados en reuniones eternas en las que nos metió el gobierno desde noviembre del año pasado con el verso de que el Ministerio iba a arbitrar a favor nuestro. Hace meses que venimos chocando contra el acuerdo de Metrovías y el gobierno de mantener a la burocracia de la UTA como representante legal de nuestros compañeros.

Se demostró el error de los que creyeron que con la firma del acta abríamos una paritaria “de hecho” y conseguíamos más que la simple inscripción, como decían muchos delegados partidarios del acuerdo de noviembre pasado.

Por otro lado, hemos asistido a lo que constituye una novedad para la dinámica de las luchas de los trabajadores: la paritaria de la alimentación gracias a la lucha de Kraft-PepsiCo-Arcor impuso el “efecto 35%” elevando las aspiraciones de millones de trabajadores contra los popes de la burocracia sindical y el techo que el gobierno quiso imponer con el 23% que firmó con los docentes.

Ahora nosotros tenemos que “abrir los accesos” para que entre en el subte este nuevo ánimo que instalaron los trabajadores de la alimentación.

La demanda del 35%, que ya venimos levantando muchos compañeros, tiene que encabezar nuestro pliego de reivindicaciones. ¿Por qué no vamos a conseguir nosotros un aumento a la altura de los que están consiguiendo los gremios que lo pelean? Desde ya que muchos burócratas sindicales nos van a decir, como lo hizo Moyano, que hay que ser responsables, por qué podemos esperar de los que viven como millonarios y permiten la mitad de los trabajadores vivan por debajo de la línea de pobreza.

Junto a la demanda salarial tenemos que seguir con los puntos que hemos instalado ante la empresa y el gobierno: los ingresos y ascensos, los dos francos semanales que permiten mejorar el descanso de los que trabajamos en una actividad insalubre, más puestos de trabajo, el 82% móvil, etc. De este modo, nuestro ejemplo puede marcar el camino de que es posible pelear por jornadas que permitan tener una vida fuera del trabajo y superar las condiciones insoportables en las que trabajan millones de compañeros en miles de empresas, talleres y fábricas.

Que se sienten en las paritarias los verdaderos representantes de los trabajadores

En el último plenario de delegados decidimos bajar la discusión para discutir con los compañeros cómo retomar el plan de lucha. Nosotros proponemos que sea por el 35% y el conjunto de las demandas que ya hemos votado una y otra vez. Y que, para terminar con las dilaciones y las reuniones que no llevan a nada, pongamos como demanda central el derecho de que se sienten en la paritaria los verdaderos representantes de los trabajadores del subte.

Por el pleno reconocimiento de nuestro sindicato

Nos preparamos para una pelea crucial, para completar lo que no terminamos en el plan de lucha del 2009. En primer lugar tenemos que retomar el plan de lucha, y hacer una campaña sistemática muy fuerte para reconquistar el apoyo de los usuarios y el conjunto de los trabajadores para nuestra causa, la de terminar con la burocracia y lograr el pleno renacimiento del sindicato de los trabajadores del subte. Una campaña que tiene que incluir estrechar lazos con todas aquellas expresiones antiburocráticas y antipatronales que han dado y siguen dando las luchas obreras de estos años y que se han constituido en un ejemplo de los que están dispuestos a poner el cuerpo en la dura pelea que tenemos por delante.

No poner el carro adelante del caballo

En el último plenario un grupo de delegados planteó discutir el ingreso a la CTA, punto que por razones de tiempo no se pudo abordar. Creemos importante abrir este debate de cara a la base del subte y no tomar posición con los pies. Pero, como ya hemos sostenido y escrito, previamente a decidir el ingreso a esta central es preciso que los trabajadores discutamos nuestro programa y los métodos de la organización que queremos construir, de forma tal que no nos diluyamos en las prácticas burocráticas que dominan las direcciones de esta central, dividida entre dos sectores que apoyan a distintos proyectos patronales.

Llevemos a todos los compañeros una o varias propuestas de estatuto, de principios de funcionamiento y que se vote democráticamente en asamblea. Nosotros impulsaremos una posición independiente, de lucha contra toda burocracia sindical y por la independencia política las organizaciones obreras respecto de la patronal.