El gobernador Schiaretti que apoyó fervientemente a las patronales sojeras en su batalla “por la rentabilidad”, acaba de aplicar -mediante la represión y las trampas parlamentarias- “retenciones móviles” a las jubilaciones de los trabajadores de Córdoba. En tanto, el gobierno declara, a través de su ministro de Trabajo Tomada, que con el aumento del salario mínimo “se puede armar un acuerdo de paz social” con los empresarios, la CGT y la CTA. Pero las grandes patronales del neumático del Gran Buenos Aires quieren la guerra: despidieron más de 160 obreros en las plantas de Fate, Firestone y Pirelli. “No venimos a pedir contra la resolución 125 para la soja, somos obreros que vemos que estos empresarios se llenan de plata, no quieren firmar un aumento salarial y nos despiden compañeros por reclamar lo nuestro. Uno de los responsables se llama Madanes Quintanilla, dueño de Fate y Aluar”, decía un trabajador de Fate ante las cámaras de C5N frente al Ministerio de Trabajo. “Decían que no se le podía tocar las ganancias a los del campo, ¿y ahora nos recortan las jubilaciones?”, se repite en las calles de Córdoba. La respuesta es la lucha de los trabajadores.