En su tradicional conferencia de prensa el jefe de Gabinete Jorge Capitanich volvió a la carga contra los métodos de lucha de los trabajadores. Al unísono con el secretario de Seguridad Sergio Berni y frente a una pregunta sobre la orden de represión contra los trabajadores de la autopartista Lear, Capitanich volvió a criminalizar la protesta social con un lenguaje macartista utilizado tradicionalmente por la derecha más recalcitrante. Hablar hoy de "estrategias de grupos radicalizados desde el punto de vista ideológico para alterar las condiciones de funcionamiento normal de la sociedad" nos recuerda a las declaraciones que difundían los ministros de Eduardo Duhalde en las vísperas de los asesinatos de Kosteki y Santillán el 26 de junio de 2002. No olvidamos que Capitanich ocupó en ese Gobierno el mismo cargo que hoy.
El jefe de Gabinete quiere esconder que en este caso la única "radicalizada" es la empresa norteamericana Lear Corporation. A saber: el 27 de junio esta empresa despidió a cien trabajadores, mientras que mantuvo a otros cien suspendidos sin goce de sueldo, una medida totalmente ilegítima enfrentada a la legalidad de nuestro país. El martes 1° de julio la patronal impidió la entrada a los miembros de la Comisión Interna, en otra flagrante violación de las leyes argentinas. Contra el "relato" de la producción nacional, Capitanich está defendiendo que la terminal Ford, con acuerdo de Lear, esté importando los mazos de cable que produce esta última en Argentina con el único objetivo de derrotar a los trabajadores que eligieron una comisión interna que no responde a las directivas de Ricardo Pignanelli del Smata.
Capitanich habló de "diálogo" y afirmó que había distintas áreas del Gobierno ocupándose del conflicto. La única "área" del Gobierno activa en Lear es la Secretaría de Seguridad a cargo de Sergio Berni, quien tiene desplegadas tropas de Gendarmería Nacional pertrechadas para una guerra con el único objetivo de defender los intereses de la empresa Lear y derrotar a los trabajadores. Pasaron diez días desde los despidos y el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social a cargo de Carlos Tomada brilló olímpicamente por su ausencia. ¿De qué diálogo habla Capitanich? ¿Quiénes son los intransigentes?
Por último, Capitanich se refiere a la izquierda como "grupos minoritarios", cuando acabamos de hacer hace pocos meses una elección histórica de cerca de un millón trescientos mil votantes y en varios distritos de Salta y Mendoza superamos ampliamente al propio partido de gobierno, el FPV.
No vamos a cesar en nuestro apoyo a las luchas de la clase trabajadora. Para eso fuimos votados. Reclamamos el cese de la intransigencia de la empresa y la intervención del Ministerio de Trabajo para lograr la reincorporación de todos los despedidos y suspendidos y que la comisión interna pueda reingresar a la planta a defender los derechos de los trabajadores.

Christian Castillo, diputado de la provincia de Buenos Aires
Nicolás del Caño, diputado Nacional
PTS/Frente de Izquierda

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