El pasado 2 de octubre los obreros textiles de Mafissa movilizaron de a pie desde la fábrica hasta el Ministerio de Trabajo de la Provincia de Bs. As. como lo habían resuelto en asamblea, para exigir al gobierno una solución a su reclamo de efectivización de los 62 compañeros que se encuentran suspendidos al 75% del salario, y que rechace el procedimiento de crisis abierto por la empresa, para despedir a 100 trabajadores.

La respuesta del gobierno fue una brutal represión con balas de goma por parte de la Infantería, que dejó cinco trabajadores heridos, uno de ellos tuvo que ser intervenido quirúrgicamente y aún sigue internado, aunque fuera de peligro.

Minutos después de la represión, la Comisión Interna y una delegación de trabajadores fueron recibidos en el Ministerio, donde quedó planteada una audiencia para el próximo viernes. La bronca de los trabajadores era enorme al ver la abierta complicidad del gobierno con los empresarios, lo que generó una tensión por más de dos horas con cantos hacia la policía, denunciando el verdadero fusilamiento del que fueron víctimas los compañeros heridos.

Mientras tanto los obreros que se encontraban trabajando en la planta, al momento de enterarse los hechos, comenzaron a realizar asambleas y colgaron una bandera gigante en la fábrica en apoyo a la lucha.

Quieren destruir la organización obrera

La Empresa viene incumpliendo los acuerdos realizados luego de la ocupación de la fábrica que hicieron los trabajadores durante 42 días, en respuesta al lock out patronal. En ese entonces, los trabajadores conquistaron un 32 %de aumento, efectivizaciones, el pago de los días caídos, y la empresa que se había comprometido a que en un mes ponía la planta a funcionar al 100 %, ahora se niega a completar la vuelta al turno de 62 trabajadores, que si bién se encuentran cobrando el 100 % de su salario de bolsillo, el 75 % es en negro y no están cumpliendo su función habitual. Además los empresarios pretenden abrir un mentiroso preventivo de crisis para poder avanzar con más de 100 despidos en la fábrica. Los trabajadores han presentado la impugnación de este procedimiento, demostrando con vastos argumentos que en Mafissa no hay crisis alguna y que lo que se pretende es destruir la organización democrática y combativa de los textiles.

Complicidad oficial

El silencio que venía guardando el gobierno frente a esta situación ahora es complicidad abierta con la patronal, ya que pretende mantener el procedimiento de crisis sin definición para mantener la paz social que este impone, hasta que pasen las elecciones de octubre. Esta ubicación del gobierno, y la represión contra los trabajadores es un anticipo del pacto social que quiere imponer la candidata Cristina para después de octubre, y una señal de cual es el escenario para el que los trabajadores, y sobre todo los sectores combativos tenemos que prepararnos.

En el día de ayer los trabajadores hicieron una conferencia de prensa y preparan asambleas para continuar organizados y en la lucha. Es fundamental seguir rodeando de solidaridad la lucha de los trabajadores de Mafissa. El movimiento estudiantil, los organismos de derechos humanos, las comisiones internas, los partidos políticos de izquierda, debemos ponernos a disposición para acompañar al triunfo el reclamo de los trabajadores de Mafissa.

Corresponsal