¿Cómo fue el hecho puntual en el momento del ataque?

AP: Cuando íbamos a hacer el corte, la patota de la Verde nos recibió a piedrazos y la policía de la provincia nos tiró con balas de goma. Entonces nos retiramos a tres cuadras. Con los grupos que nos estaban apoyando hicimos una asamblea para ver que medida tomábamos. Se decidió irnos a casa. Ya estábamos marchando, cuando escuché una grito desde atrás de una señora diciendo que venían. Cuando me di vuelta, vi que los tres patrulleros de la Federal que estaban bloqueando la calle para que la patota no pasara, ya no estaban más.

Los hombres tratamos de hacer un cordón para proteger a las señoras que estaban allí. Ellos venían con palos y piedras. Cuando veníamos retrocediendo, uno sale de la vereda, del lado izquierdo donde estábamos nosotros, y empieza a disparar a matar. A mi me pegan en la pierna.
Yo alcancé a ver a un solo tirador, pero se escucharon varios estruendos como si fueran distintas armas.

Cuando recibo el impacto me agacho para ver que era lo que me pegó. Después levanto la cabeza y veo a un hombre que saca de vuelta y sigue tirando, como que se había guardado detrás de los árboles y vuelve a la calle para seguir tirando. Supongo que ese fue el que me pegó a mí.

Nosotros no estábamos armados, como dijo Pablo Díaz. Ellos son gente que buscó matar obreros, porque la Verde está cuidando su negocio, que son las empresas tercerizadas y las cooperativas que manejan. No son un sindicato, son una mafia paga para que los obreros no puedan reclamar.