A pesar de las migajas recibidas por los docentes bonaerenses (ver nota), el ministro de economía del gobierno de Solá termino renunciando. Otero, este viejo funcionario duhaldista que sólo quería otorgar un salario de $900, se fue pegando un portazo despotricando contra el gobierno de Kirchner y contra el ministro Filmus.
Al cierre de esta edición, Solá designaba a Carlos Fernández, hasta ayer funcionario del Ministerio de Economía de la Nación, como su reemplazante bajo la venia de la Casa Rosada y del propio Kirchner.
Mientras Otero se fue acusando que este miserable aumento otorgado a los docentes pone a la provincia al borde un peligro financiero, la verdad es que casi dos décadas de gobiernos provinciales del PJ han sido los verdaderos responsables de una crisis que en el último tiempo se ha empeorado debido al mayor retaceo de los fondos coparticipables que viene llevando adelante el gobierno de Kirchner como forma de engordar su propia billetera para seguir comprando voluntades entre los intendentes duhaldistas y radicales. Cuestión que no sólo viene generando, como en este caso a partir del aumento otorgado a los docentes por el gobierno nacional, reiteradas tensiones entre el debilitado gobierno de Solá y el ejecutivo nacional y a configurar una mayor interna dentro del PJ bonaerense; sino que ha llevado a que en la actualidad la provincia de Buenos Aires cuente con un déficit fiscal de 1.600 millones sin contar los otros 2.850 millones de pesos por los vencimientos de deudas que la provincia va a enfrentar este año.
Pero más allá de las declaraciones, el propio Otero como su reemplazante, ahora devenido en kirchnerista, ocuparon distintos puestos durante estas casi dos décadas de gobiernos peronistas que empujaron a la provincia a esta situación. Ambos fueron funcionarios del gobierno provincial de Duhalde. Otero ocupó la dirección de Política Fiscal y fue subsecretario de Finanzas entre 1990 y el 2002 (ya bajo el gobierno de Sol˜à), y Fernández fue parte del Ministerio de Economía provincial en el año 1997 bajo la conducción de Sarghini, ocupando un lugar subalterno del propio Otero.
Respetando esta historia común, el nuevo ministro, avalado por Kirchner y que también ocupó importantes puestos cuando el Ministerio de Economía de la Nación era ocupado por Cavallo, viene a hacer cumplir los deseos de Otero y seguramente su primer acto al frente del Ministerio de Economía provincial será bendecir un miserable aumento de $200 en negro para el resto de los estatales provinciales, mientras el salario básico apenas supera los $400.
Más allá de las tensiones y de las internas que genera el reparto de los fondos, Kirchner y Solá están muy unidos en mantener los bajos salarios de los trabajadores.