En Neuquén el Movimiento Político, Social y Cultural, votado por la CTA en su IV Congreso tiene nombre y apellido: Unión por los Neuquinos (UNE). Este partido organizado por la conducción de la CTA se encuentra formando parte de la coalición radical K y peronista que gobierna la capital provincial desde el 2007 con el intendente Farizano.

Durante el año y medio que llevan en el gobierno, los dirigentes del UNE/CTA intentaron hacer creer a los trabajadores que esta alianza fue para “crear poder desde adentro” y para“evitar un mal mayor” que sería “la continuidad del MPN en el poder”. Pero en este tiempo se desnudó el verdadero contenido de la alianza municipal y el rol que está jugando el UNE. Mientras nada significativo cambia, mientras el intendente Farizano continúa gestionando una ciudad para pocos, relegando a los sectores empobrecidos, reprimiendo a quienes reclaman una vivienda, negándose a pasar a planta permanente a centenares de trabajadores municipales; mientras el saqueo del petróleo se afianza y el Municipio solo regatea sus cuotas de regalías, los dirigentes del UNE/CTA redoblan su apuesta.

En un reportaje publicado en el diario Río Negro (26/5), Julio Fuentes, Secretario Adjunto de ATE Nacional y presidente del UNE, lanzó su grito de guerra: “Hay que reeditar el pacto social del viejo MPN”. El “pacto fundacional” del MPN, partido surgido de las entrañas del peronismo, derivó en una maquinaria que en sus más de 40 años en el poder fue cómplice de la entrega de petróleo, apoyó a varias dictaduras (gobernando en tiempos de Onganía o prestando funcionarios al genocida Videla) y, por si faltaran antecedentes, desde la época del Choconazo a los asesinatos de Teresa Rodríguez y Carlos Fuentealba siempre ocupó el lugar del represor.
Tras este discurso se esconde la verdadera intención de los dirigentes del UNE: profundizar el camino emprendido en el Municipio y ampliar la alianza con los partidos patronales, incluyendo a sectores del MPN, para disputar la gobernación en el 2011.

Del otro lado del escritorio

Apenas asumieron sus cargos, los dirigentes sindicales devenidos en funcionarios tuvieron que “enfrentar” un paro de los empleados municipales. Ante la intransigencia del gobierno la huelga se extendió durante más de un mes. A los trabajadores se les descontaron los días de huelga y se escuchó a Doubrusín (ex Secretario General de ATE y actual Subsecretario de Gobierno) decir que “la solución no es sencilla y requiere tiempo” porque “se está muy cerca del límite de personal”. Pareciera que el único “límite” que preocupa es el de la austeridad fiscal, incluso si eso va en contra de las condiciones laborales de los trabajadores.

“No hay que exagerar la necesidad de viviendas”

Según datos oficiales en la capital provincial faltan más de 25 mil viviendas. Aún así, después de hacer eje de campaña con esta problemática, apenas asumido su cargo y a tono con el resto del gabinete, Mariano Mansilla (abogado de la CTA y actual Secretario de Gobierno) comenzó a declarar que “no hay que exagerar la necesidad de viviendas”. Pero la cruda realidad estalló: mientras una casilla precaria se incendiaba cada 5 días durante el pasado invierno, se produjo en terrenos municipales, la toma del barrio Confluencia. El Municipio solicitó el desalojo de los “ocupantes” sin dudarlo un instante. Los funcionarios del UNE se llamaron a silencio y permanecieron en sus cargos al tiempo que, oficina mediante, el Secretario Di Camillo ordenaba que las topadoras pasasen por encima de las precarias viviendas de los vecinos. La orden se ejecutó y las topadoras destruyeron todo a su paso.
Cuando una represión policial salvaje, igual a las ordenadas por el MPN, buscaba quebrar la resistencia de los vecinos, los funcionarios del UNE no cambiaron su posición y se mantuvieron junto al intendente y las cámaras empresariales que llamaron al orden y a la defensa de la propiedad privada.

Independencia política de los sindicatos

El camino que tomó la conducción de la CTA es opuesto por el vértice al que necesitamos los trabajadores. Las topadoras, la represión policial, la precarización laboral y el descuento de los días de huelga son una pequeña muestra del programa que están dispuestos a ejecutar quienes integren una eventual “coalición anti - MPN”. Los trabajadores estatales, municipales y docentes que somos parte de la CTA y que permanentemente salimos a las calles por nuestras reivindicaciones y enfrentamos y denunciamos la represión tenemos que pronunciarnos enérgicamente: no podemos seguir permitiendo que dirigentes de nuestra central sean parte de gobiernos que reprimen a los trabajadores y el pueblo. La CTA y sus gremios de base tienen que romper con el gobierno municipal. Sobre esta base está planteado debatir qué CTA y qué proyecto político queremos emprender.

Desde la Violeta Negra opinamos que hay que recuperar ATE y la CTA para transformarlos en verdaderas herramientas de lucha, combativas y antiburocráticas. Y, lejos de las corrientes que se abstienen de dar una batalla política allanando el camino a la actual conducción, luchamos porque los sindicatos sean la base para la construcción de un partido político donde estén representados los intereses y el programa de la clase trabajadora y el pueblo pobre. Lejos, bien lejos, de los palos y la miseria que nos proponen desde el Palacio Municipal.