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Comunicados de prensa

Hay que evitar que destrocen a Aerolíneas y a su personal

Re-estatización ¡ya! Bajo control de los trabajadores

Prensa PTS

12 de junio 2001

La lucha de los trabajadores de Aerolíneas Argentinas puso al desnudo el brutal saqueo que hemos sufrido por parte de las empresas del Estado español, con la abierta complicidad de los gobiernos argentinos, el de Menem y el de De La Rúa. Y por más que la empresa y la ministro de trabajo, Patricia Bullrich, se jugaron el todo por el todo a que los trabajadores mecánicos, nucleados en APTA, aparezcan como los responsables de esta crisis, la población se negó a culparlos. Por el contrario, hastiados de ver como es desmantelado nuestro país en beneficio de un pequeño grupo de grandes empresas y bancos, casi siempre extranjeros, la enorme mayoría de la población se puso de lado de los trabajadores. La solidaridad se expresó en el paro del 8 y en miles de pronunciamientos en las calles y en los medios de comunicación que exigen que se salve a la empresa aérea de la quiebra con la que amenazan los españoles.
Los trabajadores de APTA se pronunciaron en una asamblea masiva por exigirle al gobierno español que presentara un plan para fortalecer a la empresa, como condición para sentarse a negociar. Hoy el gobierno de España dice, sin el menor descaro, que habiendo privatizado Iberia no tiene sentido que ellos administren Aerolíneas. ¿No decían que el problema era la intransigencia de los trabajadores? Esta claro que no, que el plan de la SEPI es sacarse la empresa de encima cuanto antes. Y en ese camino ya han abandonado las principales rutas internacionales.
Durante años usaron a las empresas que compraban en América Latina para fortalecer a Iberia. Esta luego de quedarse con las rutas aéreas de Viasa, la quebrada línea aérea venezolana, y de Aerolíneas, hoy están buscando como sacarse de encima "los residuos" que le quedaron.

Que paguen los responsables

El gobierno de De La Rúa pretendió al principio aparecer como un mediador del conflicto entre los trabajadores y la SEPI, pero con el correr de los días demuestra su actitud servil y proimperialista. No sólo no sancionó a la empresa por el no pago de los salarios (había dicho que le cobraría una multa de 1 millón de dólares diarios), sino que además adelantó los más de 16 millones de su parte del plan de saneamiento que exigían los españoles. En respuesta a la colaboración del gobierno argentino, la SEPI abandonó las principales rutas internacionales de Aerolíneas, trabajando activamente para hacer de la quiebra u otra "solución" similar, un hecho consumado. El ministro de infraestructura Carlos Bastos acaba de intimar a la empresa para que reponga los vuelos, pero dejando en claro que el gobierno no piensa hacerse cargo de la empresa, que a los sumo le sacará las rutas a favor de un nuevo operador privado. De darse esta variante, Aerolíneas "virtualmente desaparece. Y los acreedores tenderían que tratar de cobrar lo que quede de la empresa"(1) O sea que el gobierno está dispuesto a blanquear la liquidación y el vaciamiento que hicieron los españoles. Los trabajadores tenemos que luchar por imponer que se expropie a las empresas españolas por el valor del desfalco que hicieron en Aerolíneas.

No permitir ningún nuevo negociado

La propuesta del gobierno de volver a licitar las rutas de Aerolíneas a otra empresa va a significar un nuevo negociado y otro golpe a los trabajadores. Ya hay varios interesados en hacerse cargo, tanto empresarios argentinos -como el cavallista Eurnekian- como extranjeros. Pero "¿qué compañía ofrecerá tantos empleos como para albergar a todos los trabajadores de Aerolíneas, que oscilan hoy los 7000? El secretario de Trabajo, Anselmo Riva, sugirió anoche a La Nación que esa posibilidad es poco menos que un sueño muy difícil de cumplir. "La empresa que eventualmente se haga cargo no tiene por qué tomar a todos los empleados. El Gobierno se la dará a la que haga la mejor oferta en ese sentido", aclaró Riva."(3)
La lucha por el salario, por la defensa de los convenios que hoy existen, por la defensa de la empresa y de las fuentes de trabajo; la pelea por evitar un nuevo desfalco, se transforma inevitablemente en la lucha por la re-estatización bajo control de los trabajadores.
Tampoco la reprivatización es una salida para los trabajadores y las declaraciones de los funcionarios del gobierno son esclarecedoras en ese sentido: "Ni siquiera limpia de pasivo es vendible sino se la ajusta como lo hicieron otras aerolíneas del mundo. Aseguró Nicolás Gallo haciendo propio el criterio que expresaron en los despachos oficiales los potenciales interesados"(4). Esto deja ver el profundo acuerdo del gobierno y los potenciales operadores privados de hacerle pagar la crisis a los trabajadores.
Hay que unir democráticamente a los trabajadores de los siete gremios aeronáuticos para organizar en común un plan de lucha y prepararse para imponer una re-estatización bajo control de los trabajadores. Esta es la única salida. Con el enorme apoyo popular con que cuentan los trabajadores de Aerolíneas, es indudable que pueden conseguirla. Un congreso de delegados de base de todos los gremios, podría trazar un plan de lucha, que incluya un paro total de la actividad aerocomercial, hasta imponer la re-estatización y preparar un proyecto de verdadero salvataje de la empresa.
(1) Reportaje de Clarín a Bastos. 12-06
(2) Página 12 12-06
(3) La Nación 12-06
(4) Página 12 12-06

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