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RESUMEN INFORME CEPRODH: Los vaciadores

PTS

5 de marzo 2009

Desde el Ceprodh hemos elaborado un primer informe sobre la evolución patrimonial y económica de los últimos años de la empresa, demostrando que el intento de cierre de la planta de Quilmes no se debe a la actual crisis internacional, ni a la caída del precio de la celulosa, sino que es la culminación de un proceso de vaciamiento que comenzó al menos desde 2007. La industria de “celulosa y papel” en Argentina en el período que va desde la devaluación hasta mediados de 2008, creció enormemente, en facturación, exportaciones y también en las ganancias.

Un fraude con complicidad oficial

Es por eso que el comportamiento de Massuh SA, cuyos balances arrojan crecientes pérdidas durante los últimos años, responde más a causas internas a la empresa que a un contexto general desfavorable. Concretamente, los balances 2007 y 2008 arrojan pérdidas por la venta de dos de sus cuatro plantas: nos referimos a la planta de San Justo y la planta Brillapel de San Luis. En el informe hemos demostrado que la venta de estas dos plantas, así como la puesta en venta de las oficinas comerciales, del depósito de Berazategui, y la puesta en venta de uno de los seis predios forestales de Massuh SA, no tienen que ver con un “plan de reconversión industrial”, como afirmaba la empresa en el último balance sino, lisa y llanamente, con un proceso de vaciamiento. Este vaciamiento es acompañado de un proceso de endeudamiento creciente que se da en el marco de un “z” iniciado en 1998. La venta de la planta de San Justo en realidad se trató de una maniobra de la empresa para licuar sus pasivos. Esto lo hemos demostrado a partir de comprobar que el directorio del comprador (Fibra Papelera SA) esta presidido por Hector Massuh y Rolando Ahualli (director y presidente, respectivamente, de Massuh SA).

Todo este fraude no lo podrían haber hecho sin la complicidad del Estado. Como en muchos casos de grandes empresas, el Estado es el principal proveedor de millonarios créditos que nunca se cancelan. La suma de lo que Massuh SA debe al Banco Nación, Banco Provincia, Banco Ciudad, y lo que debe de impuestos nacionales y provinciales, representa aproximadamente un tercio del pasivo total de la empresa y, seguramente, convierten al Estado en el principal acreedor de la empresa.

¿Cómo enfrentar las maniobras patronales?

En octubre/noviembre cerraban la planta de Quilmes dejando en la calle a los trabajadores, en una situación indefinida. La semana pasada la empresa ha hecho circular un comunicado en el que afirman que en marzo la fábrica se pondría nuevamente en funcionamiento a partir de un contrato de fasón realizado con una tal “Alem SA”. Recordemos que el contrato tipo fasón es una modalidad de trabajo por encargo donde el comprador pone la materia prima y es propio de las pequeñas industrias textiles, no de la gran industria papelera. Esta modalidad no garantiza ni a corto plazo el funcionamiento de la planta y los puestos de trabajo. Por el contrario, es probable que la empresa quiera utilizar el cierre de la planta de Quilmes para extorsionar a los trabajadores forzándolos a aceptar despidos, suspensiones, y/o rebajas salariales, como lo vienen haciendo las patronales en todo el país.

El informe que hemos preparado desde el Ceprodh intenta ser un aporte para la lucha de los trabajadores, demostrando el fraude patronal, desmintiéndolos cuando se quieren escudar en la crisis internacional para despedir, suspender o bajar salarios. Apuntamos a colaborar en el control obrero de las verdaderas cuentas de la patronal, exigiendo la apertura de los libros contables, y del proceso de producción, porque sabemos que Massuh bajo gestión obrera también es viable.

Prensa

Virginia Rom 113103-4422

Elizabeth Lallana 113674-7357

Marcela Soler115470-9292

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