logo PTS

Notas relacionadas

RAUL GODOY, Secretario adjunto del SOECN: “Nuestra lucha es política”

PTS

20 de agosto 2009

Este ejemplo para los trabajadores es muy bueno, y muy malo para el poder político. En Zanon quedó el rey desnudo. Quedó demostrado que tenemos una alternativa, que no es la de tener que soportar despidos, suspensiones y desocupación; sino que tenemos la posibilidad de poner las fábricas a producir. Y no con el objetivo de la ganancia, sino de las fábricas como bien social.

El control obrero es un aprendizaje. Nosotros no lo inventamos, tomamos experiencias previas. De Argentina e internacionales. En Chile, en los ’70, se dieron los cordones industriales, que eran muchas fábricas bajo gestión obrera coordinadas entre sí. Cuando hubo un lockout patronal, los mismos trabajadores se organizaban con los vecinos y organizaban hasta la distribución. Hay experiencias en Polonia, en Checoslovaquia, en los principios de la Unión Soviética.

Gestión obrera es tomar las riendas de la producción, planificarla. Que se voten los planes de trabajo. Eso se perdió en la Unión Soviética en su momento, votaba un burócrata.

¿Cómo organizamos la producción? Los compañeros de ventas hacen un estudio del material que se necesita, vienen a la asamblea y entre todos armamos un plan de trabajo, las horas necesarias para invertir en capacitación, etc. Cuando ocupamos la fábrica dijimos “estamos adentro, ¿y ahora qué?” Cada lugar se organizó y votó un delegado. Llevó un tiempo. El mayor problema es romper la cadena que tenemos en la cabeza. Cuando uno empieza a ver qué se puede hacer cambia todo. Surge la creatividad. Después hay que tener paciencia, porque no a todos se nos rompen las cadenas al mismo tiempo. Algunos siguen pensando que tiene que venir un patrón o un jefe. Es una pelea permanente para que el control lo tenga la asamblea.

Acá descubrimos los secretos de la producción, los secretos comerciales. Y sobre todo el mensaje para muchos trabajadores que sí se puede. 8 años demostraron que se puede, sin jefes, sin patrones, supervisores ni burócratas.
Nosotros no queríamos apropiarnos de la fábrica para este grupo de obreros. La queríamos como un bien social. Dijimos que no queremos ser propietarios, nuevos empresarios. Queremos seguir siendo obreros que ponen la producción al servicio de la comunidad.

Al plantear la expropiación y estatización decíamos al servicio de un plan de obras públicas. Sumamos la adhesión de muchos trabajadores de la construcción, de familias sin vivienda. Fueron voluntades que sumaron la defensa de la fábrica porque había un proyecto comunitario. Y otro fundamento es que los trabajadores pensamos que no podemos salvarnos solos. Nuestro destino está unido al del resto de los trabajadores. Una crisis capitalista como ésta no es nuestra responsabilidad. Esta crisis a nosotros como cooperativa nos llevaría a una competencia con otros trabajadores, a ver quién sobrevive y quién no. Entraríamos así al sistema que nos lleva a la destrucción y al fracaso.

Nuestra lucha es política. Aunque en la asamblea y en la fábrica tengamos pensamientos diferentes, enfrentamos a un enemigo político. Hay que ser concientes de que esto es así. ¿Por qué cierran fábricas y por qué abren? ¿Por qué hay subsidios para las patronales y para los trabajadores no?
Queremos cambiar esta sociedad, que está basada en la explotación. Justamente cuando la sociedad se organiza para que alguien obtenga ganancia, y no para las necesidades reales de la gente, es un sistema injusto. Unos tienen la producción y otros sólo la fuerza de trabajo (los que más sufrimos las consecuencias). Todos hablan de crisis pero algunos tienen los botes para salvarse y otros no tenemos nada.

Cuando sube el dólar, o cuando caen las ventas en todos lados, no podemos esquivar al poder. O lo reconocemos y enfrentamos, o vamos a chocar siempre contra la pared.

Hay que ver cómo salimos de esta crisis. Estamos ante una prueba. Pero estamos seguros de que no depende sólo de Zanon, sino de lo que hagan miles de obreros, acá y en todo el mundo. Estamos con muchas expectativas. Necesitamos refuerzos. Para nosotros es alentador enterarnos que obreros de Francia toman de rehenes a los jefes hasta que cumplan con lo que tienen que cumplir. Hay que radicalizar la propuesta, el que se tiene que ir es el jefe.
Estamos a prueba. Nosotros humildemente ponemos a disposición lo que aprendimos. Cualquier trabajador lo puede tomar. Nuestro mensaje es que sí se puede hacer. Esta crisis es muy grande, y necesitamos mucha fuerza para enfrentarla. No sabemos si vamos a lograrlo, pero sí que vamos a pelear hasta la ultima gota de sangre. Y necesitamos muchos aliados, muchos compañeros y compañeras acá y en el mundo que sepan que podemos construir un futuro diferente.

Durante años el escepticismo envenenó las conciencias y hasta nuestra sangre. Nos hicieron creer que sólo podemos pedir pequeñas cosas y que un futuro distinto no es posible. Nosotros opinamos que sí es posible. Y en esto se nos va la vida. O esta crisis la pagamos con millones de hambrientos, o de una buena vez se la hacemos pagar a ellos. Los trabajadores podemos salir adelante. Tenemos la seguridad de que lo podemos hacer. La pelea la vamos a dar. Ninguna batalla está ganada de antemano. Pero tampoco tenemos nada que perder.

Prensa

Virginia Rom 113103-4422

Elizabeth Lallana 113674-7357

Marcela Soler115470-9292

Temas relacionados: