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Notas de tapa

ENTREVISTA A RUBÉN "POLLO" SOBRERO

“Queda claro la convivencia entre la patronal y el Estado contra los trabajadores”

Se va la noche y la farsa estatal toma luz, y la libertad de Sobrero ocupa pantallas y diarios. Parece que la tarea de lograr su testimonio va ser complicada. Pero desde la redacción de La Verdad Obrera damos con su voz en viaje. Dispuesto, el Pollo nos atiende desde el celular de un compañero.

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6 de octubre 2011

Se va la noche y la farsa estatal toma luz, y la libertad de Sobrero ocupa pantallas y diarios. Parece que la tarea de lograr su testimonio va ser complicada. Pero desde la redacción de La Verdad Obrera damos con su voz en viaje, cuando se aleja de uno de los tantos canales de TV. Dispuesto, el Pollo nos atiende desde el celular de un compañero.

“Vengo saltando de entrevista en entrevista”, nos dice al toque, “si se llega a cortar, anotá el teléfono de casa”. ¿Cómo estás?, preguntamos. “Bien. A la tarde hicimos una reunión del Cuerpo de Delegados (del FF.CC. Sarmiento) y empezamos un debate y balance de la política que tuvimos. Yo me tuve que ir antes, pero los primeros apuntes son que nuestra detención la impulsó la empresa TBA con la complicidad del Estado; de Aníbal Fernández y Luna, el subsecretario de Transporte ferroviario. El juez mismo me lo dijo: ‘’que querés, si la empresa me está diciendo que vos saboteaste los trenes”’.

¿Qué conclusión sacás de la causa?

Que la armó la patronal junto a Aníbal Fernández y Luna. La empresa nos atacó porque veníamos de conflictos y avances en los talleres de Haedo, en Castelar, en Liniers, en Vía y Obra. La experiencia del Cuerpo de Delegados del Sarmiento, con todas las críticas que se le pueden hacer, es muy rica.
Venimos enfrentando a la burocracia desde el año 1998 y ganando las elecciones en un gremio muy complicado. Nuestra experiencia, organización y funcionamiento democrático es algo serio y hay que tenerlo en cuenta.

¿Cómo tomás el apoyo que recibiste?

Es impresionante. Vi hace un rato las fotos y quedé admirado con la columna de los compañeros ferroviarios. Me dijeron que eran más de 500. Los delegados me comentaron que todo salió casi naturalmente, que fue sencillo organizar las asambleas y movilizaciones. El nivel de combatividad que mostraron es muy importante.

¿Esta es una embestida al conjunto del sindicalismo de izquierda?

Sí, por supuesto. Y si la izquierda y mis compañeros no se hubiesen movilizado como lo hicieron, hoy estaría preso en Ezeiza.

¿Por qué ahora el ataque?

Porque tienen un problema. El ajuste se viene y ellos necesitan liquidarnos. Necesitan que no cunda el “mal ejemplo” de delegados combativos que se plantan ante la patronal. Me parece que se ha desarrollado un activismo obrero independiente a la burocracia sindical importante. Hay un fuerte crecimiento de la izquierda en los sectores del transporte, como en el subte, ferroviarios. Y ahí se hace notar más la cosa, tal vez más que en una fábrica, ya que si parás los transportes la conmoción social es fuerte.

Los problemas del transporte son importantes: ¿qué rol deben jugar los trabajadores?

Nosotros venimos denunciando hace tiempo estos problemas de vaciamiento y falta de mantenimiento en infraestructura. Me parece que ahora pega un salto el problema y nos puede permitir mejores posiciones para plantear nuestra política con más fuerza. Hemos instalado cómo juegan las instituciones, el Estado, la Justicia y los gremios.

¿Cómo ves las perspectivas para unir las fuerzas del sindicalismo de izquierda?
La verdad que se ha intentado muchas veces, pero hemos fracasado. Creo que ahora estamos en mejores condiciones. Hay pasos importantes que se están consolidando. El Frente de Izquierda es uno de los aciertos. Lo de las primarias fue un golazo. La elección en Neuquén es otro. Un hecho al que todavía -me parece- no le hemos dado la dimensión política que logramos. Nunca en una provincia como Neuquén la izquierda tuvo peso, y hoy tenemos representación parlamentaria. En Córdoba ya teníamos. Y esto nos ubica como una alternativa seria y consecuente. Creo que la idea de coordinación hay que discutirla. El problema -me parece- es que tenemos que entender que los ritmos de la construcción no los damos nosotros sino los trabajadores. Y este es un debate que debemos hacer en serio.

¿Por qué saliste con la camisa de Zanon cuando te liberaron?

Yo la camisa la uso siempre. Porque Zanon también es mío. Zanon es un triunfo de la clase obrera y sus conquistas son conquistas del movimiento obrero.

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