En el marco de la inmensa jornada de repudio por la trágica muerte del profesor Fuentealba y el paro nacional, una movilización de decenas de miles arrancó desde el Obelisco. Pero, diferenciados por la denuncia, no sólo a Sobisch, sino a Kirchner y también a la dirección de CTERA una columna de 10.000 marchó a la casa de Neuquén, pero también a Plaza de Mayo, donde se realizó un acto.
Se encolumnaron los SUTEBAs opositores, ADOSAC, AGD, AdeMyS, y también trabajadores del Garrahan, telefónicos de la Lista Violeta, aeronáuticos, estatales, centenares de docentes de Capital que marcharon organizados en las Asambleas de Distrito y Lista de Maestros. También universitarios, secundarios y terciarios, junto a organizaciones piqueteras, y el PO, PTS y otros partidos de izquierda.
Excepción fue el MST que concentró primero con la CTERA y luego marchó con la oposición. Una mención aparte merece la CCC-PCR que marchó por separado a Plaza de Mayo y no participó del acto de la oposición, manteniendo de esta forma su alianza histórica con la Celeste de Baradel-Yasky.

Coordinar las luchas e imponer un Plan de lucha nacional de la CTERA-CTA
En la marcha se veían cientos de carteles, guardapolvos manchados de rojo sangre, banderas de las escuelas y los distritos que, por supuesto recordaban a Carlos, pero además expresaban el repudio a la Central sindical que dejó aisladas las luchas provinciales, viéndolos también como responsables. Hemos repudiado a Kirchner por la militarización de Santa Cruz y a Filmus por su política salarial.
La unidad que se expresó en las calles es la fortaleza para llamar a un Plenario Nacional de la oposición que se proponga superar el aislamiento provincial de las luchas docentes, avanzando en su coordinación e impulsando medidas como el Fondo de Huelga y que sirva para imponerle a CTERA un plan de lucha nacional.
La conducción nacional de CTERA ha dejado solos a los docentes que vienen luchando, pese al grito de miles de "CTERA, escucha, queremos plan de lucha…"
Por esto tomamos como propia la resolución que una asamblea de ATEN Capital votó: la exigencia de renuncia de la conducción nacional de la CTERA, empezando por Yasky.