Más de medio millar de trabajadores del subterráneo, con el apoyo de delegaciones de las internas de los compañeros de Kraft, de compañeros del INDEC, delegados de Aeroparque, de la FUBA, de dirigentes de la UCRA y de movimientos piqueteros, nos volvimos a movilizar al Ministerio de Trabajo para llevar nuestras demandas.

Una marcha que empezó por rechazar que la UTA discuta por nosotros y exigió que sean nuestros representantes los que se sienten a discutir en nombre de los compañeros.

Una movilización que demuestra que el acta firmada el año pasado en este Ministerio no resolvió el problema y que se nos sigue negando el derecho a discutir nuestra propia paritaria. Los compañeros del Subte lo ven cada día con más claridad que Tomada no es neutral.

Nuevamente salimos a las calles, y acá es donde está la fuerza de los trabajadores que hacemos funcionar, y por lo tanto podemos parar, el principal transporte de la Ciudad de Buenos Aires.

 En esta ocasión simplemente dejamos nuestras demandas, las mismas que le hemos llevado a las autoridades tantas veces en estos meses: aumento salarial, los dos francos semanales, un sistema justo de ascensos y categorías, el reconocimiento de la insalubridad y la consecuente rebaja de la edad jubilatoria, la bolsa de trabajo y el reclamo que articula toda esta lucha; la inscripción de nuestro sindicato. El Ministerio dijo que la va a evaluar y dará respuesta en los próximos días. Pero van a ser las mismas respuestas que venimos escuchando: “que puede ser, que ya veremos, que más adelante…”

 Pero la mayoría de los compañeros ya no preguntan si habrá otra reunión o que dicen los funcionarios. La pregunta ahora es, Y después de esperar unos días. ¿Qué hacemos? 

Tenemos que volver a la situación de fines del año pasado, a ganarnos la opinión pública, volver a poner la lucha por la representación democrática de los trabajadores como un gran problema nacional. Volver a poner al gobierno entre la espada y la pared.

 Y eso lo conseguimos con un plan de lucha. Primero fue la marcha, luego las campañas, las aperturas de molinetes y los paros. Un camino que conocemos y tenemos que volver a transitar.