Además de discutir e intercambiar opiniones, no solo en relación a nuestra realidad particular, sino la de todos los trabajadores, hicimos un boletín de 8 páginas donde compartimos nuestros problemas, tanto en los talleres como con lo dificultoso de sacar el DNI, los problemas de discriminación, con la policía. También la situación aún más desfavorable en la que se encuentran las mujeres. Una nota especial convocando a la marcha del 20/10 por Justicia para Mariano, y llamando a organizarse contra aquello que el peleaba, la precarización laboral.

Con este material más de 30 inmigrantes textiles, mujeres de trabajo doméstico, amas de casa, entre otros/as, participamos de la fiesta de Copacabana, tanto en el centro de la ciudad, como en en el barrio Charrúa del Bajo flores donde se realiza esta fiesta hace 40 años como expresión de unión de nuestra comunidad tan discriminada, fiesta que ahora intentan domesticar tanto de los gobiernos de Macri como de Cristina y también apostando cientos de gendarmes ostentando sus armas que nos miraban con soberbia y furia frente a la decena de miles de familias que disfrutábamos del espectáculo.

Miles de bailarines y bailarinas, muchos compañeros nuestros, Decenas de miles de familias apostadas compartiendo esta fiesta tradicional. Los 1000 boletines que repartimos fueron recibidos con agrado, a excepción de algún que otro dueño de taller no muy contento por nuestra presencia.
A su vez, estuvimos junto a las compañeras de Pan y Rosas compartiendo su experiencias recién llegadas del Encuentro Nacional de Mujeres en Misiones, donde participaron con más de 1000 mujeres de todo el país y en la cual se alzo la voz sobre los derechos las obreras textiles.

Entre las tarkeadas, tinkus, caporales, morenadas, diabladas, la comida, la bebida, los encuentros con vecinos, compañeros de trabajo, familiares, amigos, discutimos y debatimos sobre las condiciones de trabajo a que nos someten, sobre la hipocresía de un gobierno que habla de derechos humanos y nos manda la policía a matarnos cuando reclamamos tierra y vivienda, como en Soldati, con el asesinato de Mariano, que luchaba para que todos estemos en blanco, o de nuestra cultura, de lo que extrañamos, lo que añoramos, lo que esperamos para nuestro futuro, nuestros hijos, nuestras vidas.

Algunos pensábamos que iba a ser difícil -sobre todo en un entorno tan festivo y alegre- establecer discusiones así. Por el contrario, no paramos de hablar, preguntar, escuchar, en toda la jornada. Es que este tipo de festividad, sigue siendo un punto de encuentro en este mar de desprecio en el que a veces se convierte la ciudad para nosotros. Y más allá de que muchos talleristas y el gobierno nacional quieren convertir nuestras expresiones culturales en negocio, poniendo dinero, puestos de comida y bebida, etc. Desde ese puntito olvidado para las cacerolas de teflón, militarizado por la gorra en la zona sur de capital federal nace Cosiendo Conciencia para junto a los cientos de jóvenes que impulsamos el movimiento la contra la precarización unir fuerzas. Este sábado 20 tenemos una cita de honor en el aniversario del asesinato de Mariano Ferreyra para gritar bien fuerte:

¡JUSTICIA POR MARIANO FERREYRA!
¡BASTA DE DEJAR LA VIDA EN LAS FABRICAS Y TALLERES!