Durante el conflicto Macri y sus buchones se desataron y lanzaron una campaña de demonización del sindicato y los llamados “Metrodelegados”. Amenazas, aprietes, causas penales, multas millonarias. El señorito se prepara para el próximo período como una derecha dura, profundamente antiobrera al que no le alcanza con que el Ministerio de Trabajo de Nación no les dé la personería gremial a los compañeros del Subte, sino que hasta solicita que les quiten la inscripción. “Ramal que para, ramal que cierra” pareció escucharse en el ambiente por estos días, creyéndose el Jefe de Gobierno la reencarnación de Menem. Se cree que sigue manejando la empresa del “papi”, pero a veces se olvida cómo terminó De la Rúa.
Al igual que los Roggio, los Macri son unos fascinerosos que hicieron su fortuna de la “teta” del Estado desde tiempos de Videla.

A los trabajadores del Subte los quiere llevar presos, cuando él organizó grupos de choque fascistoides como la UCEP para “limpiar” las calles de nuestros hermanos sin techo. Hizo un grupo especial de inteligencia con Ciro James y el Fino Palacios, para espiar a los que no le gustaban, entre los que nos encontramos los trabajadores. Mandó a matar junto a la Federal a los ocupantes del Indoamericano en diciembre de 2010. ¿Quién tiene que ir preso?

Esto se acabó. Si Macri y el grupete que lo acompaña creen que van a poder con las y los trabajadores del Subte, que sigan soñando.

GP