Nos preparamos para elegir nuestro Cuerpo de Delegados. Después de un amplio debate, que llevó a modificar las fechas iniciales, se aprobó mantener en general el criterio definido por los trabajadores de ampliar el Cuerpo de Delegados con representantes por sector, turno y de acuerdo a la cantidad de compañeros, por sobre los requerimientos indicados desde el Ministerio de Trabajo, mientras esta misma cartera viene ignorando nuestra inquebrantable voluntad de concretarlo. Este método, que nos permitirá una mayor representación y un funcionamiento más democrático, fue aprobado a iniciativa nuestra en las asambleas de la línea B, y fue el que propusimos en las distintas reuniones del Cuerpo de Delegados.

Organizarnos en asamblea, por día, y elegir libremente

En los próximos días, dentro de ese criterio general, como venimos impulsando desde la agrupación “Democracia desde las Bases”, en cada uno de los sectores: limpieza, auxiliares, boletería, tráfico, instalaciones fijas y material rodante, debemos definir en asambleas o mediante internas, los candidatos para integrarlos a la lista de representantes de línea. Por ejemplo en la línea B, desde el comienzo, propusimos el procedimiento de votar por urna a los representantes de cada sector.

Las fechas determinadas para las elecciones son 21, 22, 23, 28, 29 y 30 de abril, siguiendo la modalidad usada en el plebiscito, una línea por día concentrando la participación para preparar la defensa de nuestro derecho a elegir libremente.

En los últimos días recibimos el estatuto provisorio del sindicato de Subte, que utilizamos para agilizar la inscripción en el Ministerio. Se trata de un “estatuto modelo” y, como tal, reproduce los peores esquemas del modelo de sindicato vertical y burocrático como el de la UTA. Como venimos sosteniendo, sólo en asamblea, sin injerencias, deberemos definir el estatuto definitivo.

En los próximos días, podemos comenzar a debatir qué estatuto necesitamos, para establecer los fundamentos del funcionamiento de nuestro sindicato. Ni la patronal, ni los burócratas sindicales, ni los ministros o funcionarios tienen porqué meterse u opinar. Si lo hacen es para defender sus intereses y no los nuestros. Tenemos que organizarnos como mejor nos parezca, sino la democracia sindical no tendrá sentido.

Promover la libertad de opinión y posiciones que expresen los intereses de los trabajadores

La pelea tiene hoy un fundamento concreto: mantener, ampliar y fortalecer con una nueva perspectiva nuestra organización de base, el Cuerpo de Delegados, herramienta con la cual conseguimos todas nuestras conquistas. Pensamos que deberá tener como punto inamovible que todo sea discutido y votado en asambleas; estar organizado de abajo hacia arriba, acatando los mandatos de las bases, con revocabilidad de todos los cargos, que sea un ejemplo que retome las mejores tradiciones del movimiento obrero.

Contra el verticalismo sindical de los dirigentes de la UTA, que pactan y negocian a nuestras espaldas, proponemos un sindicato que promueva la más amplia participación y estimule el debate político entre los trabajadores. Contra el sindicalismo tradicional, que “educa” -y en esto Fernández de la UTA es un maestro- que los trabajadores no debemos tener ideología, en oposición a esta “ideología burocrática”, nuestro sindicato deberá promover la libertad de todas las opiniones y posiciones que expresen nuestros intereses. Todo compañero que no esté con la patronal puede defender sus ideas o mociones y agruparse en torno a ellas.

Contra las campañas patronales que intentan convencer a los usuarios que las falencias en el servicio son responsabilidad nuestra, proponemos un sindicato que promueva y profundice los lazos con los usuarios, que en su mayoría son trabajadores, que también tienen dirigentes burocráticos en sus trabajos, y que además sufren el mal servicio, los aumentos de tarifas y las políticas antipopulares de empresas privatizadas como Metrovías.

Contra el corporativismo y el aislamiento que intentan imponernos para mantenernos divididos e inconcientes de nuestras propias fuerzas, sobre todo en la actual crisis económica mundial, proponemos un sindicato que sea solidario, que enfrente esta realidad, que genere vínculos con los diferentes sectores de trabajadores para coordinar nuestras fuerzas y defender nuestras conquistas. Que todos los trabajadores que luchan sepan que cuentan con un aliado en el Cuerpo de Delegados del Subte y su nuevo sindicato.

Estas propuestas deben expresar fundamentalmente las bases para un sindicato clasista, antipatronal e independiente del Gobierno y del Estado. Este amplio debate debería terminar en una gran asamblea general que vote la constitución del sindicato y sus bases.

Campaña en solidaridad y defensa del sindicato del Subte

La dinámica de la situación política que estamos viviendo hace necesaria la implementación de una gran campaña que nos permita ampliar nuestra base de sustento. Durante el plebiscito recibimos numerosas muestras de apoyo de personalidades y organizaciones, evidenciando la simpatía y solidaridad que despierta nuestra pelea y la importancia que tiene para todos los trabajadores cada paso que avanzamos. Por eso debemos transformar esa solidaridad en una gran campaña en defensa del Sindicato del Subte y sus trabajadores, que llegue a miles de organizaciones políticas, sociales y gremiales. En esta pelea no debemos perder de vista que los pasos concretos que demos en lograr el reconocimiento del Cuerpo de Delegados, del estatuto y de nuestro propio sindicato no será producto de la promesa de ningún funcionario, sólo será resultado de nuestra organización y nuestra lucha, confiando solo en nuestras fuerzas.