El día lunes 21/3 Obama pasó por Chile en su gira por la región. Además de elogiar el modelo de “transición y estabilidad democrática” chilena, eligió el Centro Cultural de La Moneda (casa de gobierno) para hacer su discurso de “alianza igualitaria” para los pueblos de América latina. Tanto la derecha como la Concertación dieron sus más serviles elogios a Obama y al imperialismo yanqui, mostrándose como lo que son: agentes del imperialismo y defensores del sistema capitalista.

Desde el PTR peleamos por llevar a cabo una política anti-imperialista consecuente, por una gran movilización nacional de los trabajadores, estudiantes, mujeres y el pueblo pobre en la lucha contra el imperialismo, denunciando fuertemente la visita que Obama hace para recomponer el dominio semicolonial sobre América Latina, y saludando las luchas revolucionarias de los pueblos del Magreb, para gritar fuerte desde la clase obrera, el pueblo pobre y el movimiento estudiantil: ¡fuera el imperialismo de Chile y América Latina! ¡Vivan los levantamientos en el Norte de África y Medio Oriente! Eso se podía realizar llamando desde la CUT, desde decenas de federaciones sindicales y cientos de sindicatos, de federaciones estudiantiles y de juntas vecinales, denunciando además el papel subordinado y pro-imperialista tanto de la derecha como de la Concertación. ¿Por qué esto no pudo realizarse? Porque la gran mayoría de la izquierda, como el Partido Comunista, no estaban a favor de hacer de esta visita una gran batalla nacional de los explotados y los oprimidos expresando el repudio al imperialismo y la solidaridad con los trabajadores y pueblos oprimidos. El PC se dedicó el día de la visita de Obama a enviarle una carta, y dio una declaración de prensa con la Concertación, en la que se le pide a Obama que se disculpe por el Golpe de Estado de 1973 y que cumpla su rol moral de Premio Nobel de la Paz.

Cuando tienen 3 diputados; dirigen grandes sindicatos como parte de la CUT, el Colegio de Profesores y en la minería; tienen varias federaciones estudiantiles y juntas vecinales, no se la jugaron por hacer ninguna gran movilización contra el imperialismo y la visita de Obama, que se encuentra bombardeando Libia. Al revés de eso impulsaron un acto el día anterior a su visita, con una baja asistencia de unas 400 personas bajo las consignas “Por la paz mundial. No a la energía nuclear” y con una paloma blanca en el escenario, muestra de su política subordinada y de alianza aquí en Chile con sectores pro yanquis como la Concertación. Otros sectores de la izquierda impulsaron algunos actos o manifestaciones pero todas aisladas: unas cinco manifestaciones distintas en días y horas diferentes y todas con un sector de la Concertación, como la convocatoria de la Unión Bicentenaria de los Pueblos (a la cual asistieron unas 500 personas) de la que participamos críticamente con una nutrida columna con una posición anti-imperialista consecuente. Los que saludaban a sectores de la Concertación y al chavismo nos querían bajar del escenario por denunciar el rol de ésta como aliada del imperialismo y plantear que en Libia la derrota del imperialismo no pasa por apoyar a Kadafi que intenta ahogar bajo fuego el levantamiento popular.

No es raro que con esta política la convocatoria fuera baja, al crearse mayores expectativas en Obama (cuando vino Bush para la APEC del 2004 hubo más de 50.000 manifestantes sólo en Santiago), centralmente por el rol de los partidos y organizaciones de la izquierda, que se jugaron a desmovilizar y no hacer ningún repudio real, por su política de alianza con sectores patronales “progresistas” que se someten al dominio imperialista. Desde el PTR, en ciudades como Antofagasta, Valparaíso y Santiago, peleamos por esta política anti-imperialista consecuente, desde la clase obrera y los oprimidos, por la solidaridad internacional con las luchas en el Norte de África y Medio Oriente, y por el rechazo total a la intervención imperialista en Libia.