Al cierre de la edición, luego de una nutrida asamblea, los pescadores whitenses volvían a manifestarse en los accesos al Puerto.

El jueves 18 más de 300 personas realizaron un acto y movilización en Bahía Blanca contra la falta de agua que vienen sufriendo distintos barrios. En la plaza central se congregaron varias agrupaciones de vecinos, jóvenes estudiantes, el Centro de Estudiantes de Humanidades y partidos de izquierda. Desde el PTS denunciamos la desidia de la empresa del agua, ABSA, y el rol de los políticos del PJ y anteriormente de la UCR, que priorizan que el agua vaya para el consumo industrial y no para la población. Esta movilización se produce dos meses después de la pueblada en White contra la represión a los pescadores que luchan contra la contaminación de la ría (ver LVO n°357).

En Bahía, con los sucesivos gobiernos de la UCR y el PJ, el polo petroquímico contamina sin control y utiliza casi el 30% del agua que consume la población para la limpieza de sus maquinarias. La empresa ABSA cobra más barato el metro cúbico de agua a las empresas cuanto más consuman éstas, mientras que a la población le pone restricciones al consumo en verano. Se estima que un 25% del agua para consumo se pierde por las cañerías de la ciudad, y encima no funciona la planta depuradora de efluentes cloacales, que permitiría un ahorro de agua cercano al consumo actual y evitaría así que siga la contaminación por materia orgánica de la ría. Para sostener con mentiras todo esto, Breitenstein contrató a la Universidad Nacional del Sur para analizar la contaminación. Entre ambos firmaron un contrato que impide que los científicos del IADO-UNS divulguen los resultados de la investigación. El pacto de silencio entre la Municipalidad y el rector de la UNS, Crapiste, choca con la denuncia de los propios pescadores que ya no pueden comerciar lo poco que pescan por el envenenamiento de la ría.

Hay que retomar el ejemplo de la rebelión de Ingeniero White de diciembre último y la reciente pueblada de Aldalgalá, Catamarca, contra la minera a cielo abierto. Para el problema de los pescadores y pobladores de White hay que imponer subsidios y créditos baratos para la reconversión de la flota, salarios en blanco y trabajo para todos; plan de viviendas y hospitales para los problemas que padece la población. Ante el problema del agua es necesario que la planta depuradora se ponga en funcionamiento, con la instalación de nueva infraestructura de acueductos en camino de nacionalizar la empresa del agua y servicios públicos administrados por los trabajadores y comités de usuarios. Esa es la única solución de fondo para planificar el abastecimiento del agua y los recursos de acuerdo a las necesidades populares y a una tarifa a precio popular.

Este plan, que solucionaría a la vez el problema de la desocupación, debe ser financiado con impuestos progresivos a las enormes ganancias de las empresas responsables de la contaminación y la falta de agua; y en base al no pago de la fraudulenta deuda externa. A su vez es necesario imponer comités de control de la contaminación entre los trabajadores petroquímicos, portuarios y la población. Hay que unir la lucha contra la contaminación de la ría con la del abastecimiento del agua para toda la población y exigir a los sindicatos y centrales de trabajadores que tomen en sus manos esta pelea y convoquen asambleas y medidas de acción para sumarse a la lucha.

PTS Bahía Blanca