El 27 de abril los estudiantes de Bellas Artes tomamos el establecimiento escolar rechazando la implementación del guardapolvo y reclamando por la libertad de expresión dentro del establecimiento, ya que mientras EE.UU. bombardeaba Irak, se nos había prohibido pegar carteles rechazando la masacre imperialista. A este reclamo de mínimas libertades democráticas, la directora de la escuela, Leticia González, respondió mandándonos a la policía, a la vez que ordenó a los preceptores tomar lista de quiénes eran los principales “organizadores del caos”. Estos métodos nos recuerdan a las famosas “listas negras” que permitieron la desaparición de 30.000 compañeros durante la última dictadura militar.
Producto de esto son 18 los compañeros procesados, uno de los cuales pertenece a la agrupación En clave Roja y 2 son del movimiento juvenil NO PASAR˜áN. Estos dos últimos tienen además 2 causas, por ser los principales activistas de la lucha estudiantil: un claro síntoma de persecución política.
Luego de que nos desalojaran con la policía, los directivos de la escuela han pasado a una ofensiva reaccionaria: no nos dejan pegar carteles, no tenemos libertad de organización ya que han prohibido la junta de delegados, no podemos hacer charlas, etc.
Detrás del discurso legalista de la directora, se percibe una clara política macartista contra los activistas, argumentando que éstos están influenciados por grupos de izquierda.
Es preciso que los estudiantes no tomemos esto como un hecho aislado, dado que es parte de la política represiva que impera en las escuelas, que no son otra cosa más que campos de concentración, y aquí en Mendoza, es parte de la reciente implementación de la ley de cacheo (que permite la revisación por parte de la policía a cualquiera que decida que es sospechoso, osea, por portación de cara, sin previa autorización del juez) Si en Bellas Artes no vacilaron en llamar a la policía, tampoco lo harán en las próximas luchas estudiantiles.
No son solamente los estudiantes las víctimas de la represión. Miles de jóvenes trabajadores, ocupados y desocupados sufrimos diariamente la brutalidad de la policía, experta en torturas y “gatillo fácil.” Hacer de éstas reivindicaciones una bandera de lucha, es la clave para que se escuche el grito de esa juventud que salió a la calle el 19 y 20 de diciembre y que clamó por el “que se vayan todos” contra este régimen de impunidad que dicta leyes para los ricos, mientras procesa a los luchadores populares.
Por ello, desde el NO PASARAN, hemos decidido impulsar una gran campaña nacional por el desprocesamiento de los compañeros, por la libertad de expresión y organización en las escuelas, y contra los planes represivos del Ministro Orquín.
Aquí en la provincia, estamos dando los primeros pasos, junto a padres y docentes, rechazando los métodos de la dictadura que lleva adelante la Dirección General de Escuelas.
Hoy más que nunca debemos levantar la consigna de las fábricas ocupadas “Si nos tocan a uno, tocan a todos.” Generalizar estas luchas es de fundamental importancia para los jóvenes y estudiantes del país. No debemos dejarle al Estado ningún margen de maniobra para que avance sobre nuestros derechos.
A los que quieren destruir la educación, a los que quieren que seamos soldaditos de este régimen, en fin, a los que quieren robarnos el futuro les decimos ¡No Pasarán!