logo PTS

Internacional

Paro regional y movilizaciones en el sur chileno

Terminando 2010, el gobierno del derechista Sebastián Piñera anunció un aumento de los precios del gas en la región de Punta Arenas. El alza, que según el gobierno sería de un 16,8% y entraría en vigencia desde el 1/2/11, significa un aumento del 20% en los productos de consumo básico y transporte público.

Pablo Torres

13 de enero 2011

Paro regional y movilizaciones en el sur chileno

Terminando 2010, el gobierno del derechista Sebastián Piñera anunció un aumento de los precios del gas en la región de Punta Arenas. El alza, que según el gobierno sería de un 16,8% y entraría en vigencia desde el 1/2/11, significa un aumento del 20% en los productos de consumo básico y transporte público.

El anuncio ha provocado las movilizaciones de masas más importantes desde la dictadura en la región de Punta Arenas, ha desarrollado bloqueos de carreteras y del aeropuerto, paralización del comercio y del transporte, cacerolazos en sectores de pobladores, el inicio de un paro regional masivo el día miércoles, diversas barricadas en Magallanes, epicentro de la protesta, con dos mujeres jóvenes muertas la noche del martes en una barricada producto del atropello de un auto que se dio a la fuga, y más de 30 detenidos.

Un ataque neoliberal y una respuesta de masas inédita

Lo que busca Piñera con esta medida es terminar con el déficit de la petrolera estatal (ENAP) haciéndolo recaer sobre las espaldas de los trabajadores y el pueblo pobre, quitando los subsidios para igualar los precios “a los del mercado internacional” para atraer mayor inversión, y con eso de paso, preparar una futura privatización de ENAP y otras empresas estatales como ya se inició con la privatización total de las 4 sanitarias donde todavía quedaba cierta participación estatal.

El alza del combustible ha provocado una respuesta de masas sin precedentes en los 20 años de la “democracia pactada” de la Concertación y la derecha. El miércoles 5/1 más de 7.000 personas iniciaron un paro regional de medio día como primera medida de fuerza. Hubo bloqueos de las principales arterias de la ciudad, bloqueo del aeropuerto y paralización regional, además de una movilización masiva en el centro de la ciudad de Magallanes. El domingo 9/1, cerca de 20.000 personas marcharon hacia el centro de esta ciudad contra el alza del gas y pidiendo la renuncia de la intendenta.

Este martes desde la tarde se iniciaron los bloqueos de caminos y miles de personas salieron a las calles, se cortaron las rutas y se hicieron decenas de barricadas en diversos puntos de la región preparando el paro regional indefinido iniciado el día miércoles. El gobierno hipócritamente ha responsabilizado a los dirigentes de las dos muertes del miércoles. Se han paralizado empresas, se ha cerrado el comercio y han colapsado las bencineras. Miles de manifestantes han marchado al centro de la ciudad.
Estamos viendo un cambio importante en la situación nacional signado por el inicio de la actividad de resistencia de masas ante un ataque del gobierno derechista, que ya ha anunciado que llevará a cabo este año su plan de “7 reformas”.

Empresarios y políticos patronales se montan sobre la protesta para contener y desviar el proceso

Estas movilizaciones vienen siendo convocadas por la “Asamblea Ciudadana de Magallanes” que reúne en su seno tanto a organizaciones sindicales como la CUT (Central Unitaria de Trabajadores), la ANEF (Asociación Nacional de Empleados Fiscales) y el sindicato de ENAP, junto a organizaciones vecinales, como a organizaciones de pequeños empresarios de la locomoción y a organizaciones directamente patronales como la CPC, además de políticos patronales regionalistas, senadores y diputados de la Concertación y figuras regionalistas como el alcalde ex PS, Vladimiro Mimica.

Los sectores patronales y sus políticos, como las direcciones conciliadoras de los sindicatos y juntas vecinales, intentan llevar la lucha hacia una “mesa de negociación” para poner paños fríos a la movilización que ha tomado las calles y ha paralizado la región, buscando impedir que se profundice y se extienda a nuevos sectores de la clase trabajadora.
Pero el gobierno derechista se ha mostrado intransigente con el alza buscando dividir al movimiento de masas. Esta intransigencia limita la política de contención y desvío de las direcciones de la Asamblea de Magallanes. Por eso el gobierno ha buscado “flexibilización” en las negociaciones y las direcciones buscan que el gobierno se comprometa a una “verdadera mesa de negociación”.

Fortalecer la movilización y organización independiente y llamar al paro nacional

Para frenar este ataque es necesario fortalecer el paro en las fábricas y empresas, la movilización en las calles y la unidad de los trabajadores con el pueblo pobre. ¡Hay que rechazar toda negociación con el gobierno como pretenden las direcciones actuales! Tenemos que exigir la expulsión de las organizaciones patronales y desarrollar un programa genuinamente obrero y del pueblo pobre que contemple, además de las medidas arriba expuestas, las siguientes demandas: un salario mínimo acorde a la canasta familiar que permita soportar las alzas del año pasado; transporte público con pasajes a precios de costo, y pelear por la administración obrera de ENAP para impedir una futura privatización que quiere el gobierno.

Lea la versión completa de esta nota en

www.ft-ci.org

Prensa

Virginia Rom 113103-4422

Elizabeth Lallana 113674-7357

Marcela Soler115470-9292

Temas relacionados: