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ITALIA

Paro de las tres centrales obreras contra el ajuste de Monti en Italia

Luego de seis años, el lunes 12 fue lanzada una medida de fuerza unificada por las principales centrales obreras italianas: la CISL (de orientación católica), la UIL (socialdemócrata ) y la CGIL ex comunistas.

Gustavo de Biase

15 de diciembre 2011

Luego de seis años, el lunes 12 fue lanzada una medida de fuerza unificada por las principales centrales obreras italianas: la CISL (de orientación católica), la UIL (socialdemócrata ) y la CGIL ex comunistas.

La medida era para enfrentar al plan de ajuste que, aparte de subir la edad jubilatoria y recortarlas a futuro y la suba general de impuestos que afectan al conjunto de la población, como es el impuesto a la vivienda, busca flexibilizar aún más los contratos de trabajo.

Italia viene siendo sacudida por la crisis europea. Como parte de la misma hace menos de un mes cayó la alianza de gobierno con Silvio Berlusconi a la cabeza.

En su lugar, el imperialismo italiano, con el acuerdo del Banco Central Europeo, la Unión Europea y el FMI, colocó un gobierno “técnico” formado por banqueros y empresarios, encabezado por Mario Monti, y apoyado tanto por el PDL de Berlusconi, el centrista Tercer Polo, y la centroizquierda del Partido Democrático, buscando un nuevo personal que aplique el ajuste, ya que no confiaba que éste pudiese aplicarse con el desgastado gobierno de Il Cavalieri.

La medida fue de tres horas, producto del acuerdo al que llegaron las cúpulas de las centrales obreras, donde por un lado la CISL y la UIL, buscaban la medida más moderada posible mientras la CGIL pugnaba por un paro de al menos 8 horas. A pesar de esto, el movimiento obrero realizó una huelga masiva y con importantes movilizaciones a lo largo de la península.
Las plazas se llenaron de trabajadores en las principales ciudades: Roma, Milán, Turín, Nápoles y Venecia entre otras.

Fue destacable la presencia de los metalmecánicos agrupados en la FIOM, en el conjunto de las movilizaciones, que realizaron en la misma jornada un paro de 8 horas en medio del ataque que lanzó el grupo FIAT (acaba de cerrar una planta en Sicilia) que rompió los acuerdos de los convenios, y que pretende decidir qué sindicatos pueden negociar y hacer actividades en las plantas de la firma, dejando afuera al más poderoso que es la FIOM, ligada a la CGIL, mientras arreglaba con los gremios ligados a las otras centrales.

También hicieron notar su presencia los trabajadores del los Astilleros Fincantieri y de la empresa aeronáutica Finmeccanica, donde se amenaza con cierres y despidos.

Así mismo, el sindicato de los tipógrafos realizó una huelga que dejó al país sin periódicos el martes 13.

Por otro lado los días 15 y16 pararán los trabajadores de los buses y los trenes, frente a los recortes previstos para estos servicios. También se anuncian medidas de los bancarios para el viernes y el lunes de los trabajadores públicos.

El tercer país económicamente más importante de la eurozona se encuentra en estado de ebullición. Por un lado la crisis que sigue golpeando, y por el otro los trabajadores que se van colocando a la altura de las circunstancias, más allá del accionar de los dirigentes sindicales.

Si bien la medida fue contundente en algunos sectores, es necesario dejar de enfrentar estos planes de ajuste con medidas separadas y sin continuidad. No alcanza con la amenaza de la dirigente de la CGIL, Susana Camusso, quien dijo que esta huelga no será la última.

Se torna imprescindible un plan de lucha unificado del movimiento obrero italiano, que por su peso y tradición puede conmover no sólo a la península sino también al resto de Europa.

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