“El conflicto surge fundamentalmente a raíz de un acuerdo entre la UTA y Metrovías firmando un acta que en realidad es la renovación del convenio actual. Incluye dos puntos esenciales, uno que ellos llaman recomposición salarial que no es tal, y el otro lado la convención de tres nuevas categorías centradas en la flexibilización de los boleteros para venta de productos varios.
La UTA venía proponiendo una nueva escala salarial que consistía en pasar $125 al básico de los $200 que veníamos cobrando anteriormente y el resto en ticket canasta.
El cuerpo de delegados presenta una propuesta por recomposición salarial mucho antes de que se empezara a hablar de que los $200 por decreto del gobierno pasarían al básico. Esta propuesta fue consensuada por los compañeros.
El jueves anterior al lunes 14, nos enteramos por un comunicado de la empresa que la UTA y Metrovías habían firmado un acuerdo que incluía la flexibilización de las categorías y la propuesta salarial de la UTA.
Al salir el decreto de Kirchner hacemos cuentas y descubrimos que con este acuerdo pasaríamos a cobrar menos que el mes anterior.

Un paro muy sentido
En ese fin de semana se desata toda una discusión en los compañeros. Entre sábado y domingo se fue discutiendo y el lunes el cuerpo de delegados se reúne invitando a algunos compañeros, igual centralmente estuvo decidido por ellos.
El paro se programa para las 2 de la tarde. La mayoría de las boleterías paramos antes que el tren. Así lo habíamos discutido previamente, ya que son los boleteros los principales afectados por estas medidas.
Fue un paro muy sentido, tomado por la mayoría de los compañeros que tuvieron un rol muy activo. Fue la primera vez que nos posicionamos enfrentados al gremio y a la empresa. Si bien la UTA fue siempre funcional a Metrovías, nunca hubo una postura tan enfrentada al sindicato como ésta.
Impedimos que salgan los trenes, hubo boicot, hubo de todo…
Antes de que empezara el paro, ya habían llamado a tres delegados a que se presentaran en el Ministerio de Trabajo y mientras nosotros estábamos asegurando con los otros delegados que no se mueva ningún coche, a las 7 de la tarde el Ministerio dicta la conciliación obligatoria.

El Ministerio contra los trabajadores
El Ministerio les pide a los delegados que levanten la medida para entablar una mesa de negociación. Esa noche, en la mayoría de los tráficos con compañeros de boletería y de los talleres, se discutió qué hacer.
No fue manejado por el cuerpo de delegados, fueron los compañeros los que decidieron la posibilidad hasta el otro día para que se entablara esa mesa de discusión para que mostraran el acta, y que si no pasaba eso, se volvía a continuar con la medida de fuerza rompiendo la conciliación.
Al otro día nos muestran el acta y descubrimos que se trata de un convenio, entonces volvemos a discutir qué medidas seguir llevando a cabo. Mientras tanto los delegados hacen una presentación pidiendo la nulidad del convenio en su conjunto.
Luego, el Ministerio por una semana no dio respuesta concreta acerca de si el acta caía o no caía.
Recién el martes 22, el Ministerio anuncia que cae sólo la parte del acta que tiene que ver con la recomposición salarial. Entonces pasamos a cobrar lo establecido por el decreto.

La coordinación con los usuarios es muy importante
Para avanzar en tirar el convenio, creo que tenemos que trabajar dos aspectos con mayor profundidad. Por un lado lo hacia el interior: si acá se esta hablando de reabrir una discusión sobre el convenio colectivo, tiene que ser la base la que participe activamente. Cualquier propuesta que lleve el cuerpo de delegados, tiene que ser anteriormente consensuada con el resto de los compañeros, tiene que ser un tema retrabajado en los distintos sectores a partir de asambleas por líneas, de asambleas generales y todos los espacios para que los compañeros participen en las propuestas que hay que llevar a cabo. La única forma de legitimar cualquier medida es que los compañeros la tomen realmente.
El otro aspecto es lo que tiene que ver con el trabajo de organización hacia afuera, centrándose en lo que tiene que ver con el resto de las organizaciones sociales y con los usuarios centralmente.
Hubo un déficit importante que tiene que ver con que el usuario no está involucrado con la medida más que cuando se ve perjudicado y a veces sin tener verdadero conocimiento de porqué la estamos haciendo.
Es central que haya un ida y vuelta porque en realidad el usuario se ve afectado constantemente por las características que tiene el servicio.
Creo que la coordinación es muy importante. Acá cuesta mucho porque en realidad no hay una política de coordinación con el resto de los sectores sociales. Siempre es un trabajo hacia dentro y a veces bastante deficitario.
Por un lado nosotros veníamos llevando adelante la pelea por las 6hs, y ésta en realidad no es sólo una pelea de reivindicación por lo que perdimos, sino que es también una pelea por puestos de trabajo genuino y que tiene que estar mucho mas allá de lo que nos implica a nosotros.”