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DEBATE POR EL PROYECTO DE LEY DEL 82% MOVIL DEL GRUPO A

PO, la jubilación del sujeto

El PO, como hace con frecuencia, en su último periódico dedica un artículo a criticar al PTS; en esta vez, dicen, por las posiciones “infantiles y ultimatistas” con respecto a las jubilaciones.

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5 de agosto 2010

PO, la jubilación del sujeto

El PO, como hace con frecuencia, en su último periódico dedica un artículo a criticar al PTS; en esta vez, dicen, por las posiciones “infantiles y ultimatistas” con respecto a las jubilaciones. Si, como reza una regla militar vulgarmente citada, la mejor defensa es un buen ataque, el PO ataca al PTS para defender una posición que lo ubica tomado del brazo con la Unión Cívica Radical defendiendo que los jubilados “aumenten” sus jubilaciones a $1230 porque es mejor (escasos $185 “mejor”) que los $1045 del kirchnerismo. La suba del salario mínimo a $1800 no modifica en lo sustancial este escenario de jubilaciones de menos de la mitad de la canasta familiar.

El peligro (sojero) de ser solo antikirchnerista

Antes de meternos en la discusión en torno a las jubilaciones, queremos alertar sobre algo que permite entender esta posición del PO. Algunas veces, el PO no se ubica en una oposición de izquierda y clasista al gobierno nacional, sino en un “antikirchnerismo a secas” sin una definición de clase, lo que los lleva a conciliar (y a veces claudicar) con la oposición burguesa, práctica en la que el MST y el PCR-CCC dan cátedra. En su momento el PO llamó ambiguamente “rebelión popular” al conflicto agrario para luego desdecirse, y antes marchó con Blumberg porque eran movilizaciones “contra el gobierno”.

Ahora, el PO llamó a “enfrentar el copamiento kirchnerista de la CTA”, y en vez de atacar a las dos corrientes pro burguesas de Yasky-K y De Gennaro-Solanas, es la pata izquierda del degennarismo en el gremio docente de Santa Fe, por ejemplo. Esto los ha llevado a candidatear en el tercer puesto de su lista nacional en CTERA al secretario del SUTEBA Escobar, que a su vez encabeza la lista de De Gennaro en ese distrito. Esta brújula fallada, creemos, lleva a una adaptación a la oposición de derecha (sojera, si al PO no le gusta esa definición) al gobierno, y es lo que explica que el PO haga suyo el proyecto previsional de los ex delarruístas.

Para sintetizar (sin ridiculizar ni sacar de contexto, que es el arte del PO), los compañeros razonan así: el PO lucha por un 82% de las jubilaciones integral, móvil, por la aplicación del fallo Badaro para todos, etc. Pero el PO no tiene una banca parlamentaria para defenderlo. La oposición presenta un proyecto que es parcial pero que hay que apoyar porque “eleva, por un lado, la jubilación mínima al 82% del salario mínimo y también reajusta las categorías superiores bloqueadas por las leyes de Cavallo, en 1993 y congeladas, luego, por Duhalde-Kirchner; además, modifica la movilidad trucha de los K por una basada en los aumentos de salarios”. Aparte, según el PO, como la oposición “se está bajando de su propio proyecto”, hay que apoyar y movilizarse a favor del 82% de Morales y Giustiniani, y el que no lo hace es infantil y funcional al kirchnerismo.

Nuestra posición

Por nuestro lado, para espantar posiciones infantiles reales, tenemos que alertar que no existen problemas de principios en apoyar y movilizarse en forma independiente cuando un gobierno o un sector de la oposición levantan una demanda progresiva, que mejora en algún sentido las condiciones de vida de los explotados y oprimidos. Sin ir más lejos, estuvimos apoyando la aprobación del matrimonio igualitario contra la iglesia, sin “condicionar” este apoyo a que eran reaccionarios senadores radicales y K los que lo voten. Pero el proyecto jubilatorio de la oposición patronal (que en este caso pretende correr “por izquierda” la política gubernamental) es sólo un paliativo, ya que aún en el caso de ser aprobado sin parches la gran mayoría de los jubilados seguirían cobrando sus haberes en función de un salario mínimo que es menos de la mitad de la canasta familiar. De ahí que una política obrera independiente debe plantear el aumento jubilatorio ligado al aumento del salario mínimo al costo real de la canasta familiar. El PO no ve esto, y en vez de marcar sus límites, defiende los atributos del proyecto de la oposición patronal e incluso critica al PTS porque califica “a los autores del proyecto como derechistas (...), caracterización abusiva y distorsionada”. Mejor defensor, ni en la UCR. Esto, por supuesto, no quita que si el proyecto fuese aprobado y el gobierno vetara el aumento “por derecha” (con el falso argumento “neoliberal” de que “no hay plata”) sea correcto movilizarse contra el veto presidencial.

Lo que el PO oculta, y por eso ataca al PTS, es que mientras que el fraude K es apoyar el congelamiento salarial vía la “ley de movilidad jubilatoria” (siempre por detrás de la inflación y los aumentos de los asalariados), la oposición (y, según parece, el del PO), cambia el 82% del salario al momento de jubilarse o bien del sueldo más alto del trabajador, actualizado y móvil, por un 82% del salario mínimo impuesto por los industriales de la UIA y la burocracia sindical, que está en $1500 y que a lo sumo subiría $300. Frente a esto, que es es un mero aumento menor en un escenario en que van a continuar jubilaciones de hambre para la mayoría, la izquierda debe siempre levantar las banderas para luchar por jubilaciones acordes al costo de vida y los reclamos históricos de trabajadores y jubilados.

Como afirmaba en 1850 Marx en su mensaje a la Liga de los Comunistas: “Si los demócratas proponen impuestos proporcionales, los trabajadores deben pedir impuestos progresivos; si los demócratas se declaran en favor de un impuesto progresivo moderado, los trabajadores deben insistir en un impuesto que paso a paso, gradualmente, signifique el hundimiento del gran capital”. Todo lo contrario que la ubicación del PO frente a los proyectos de la oposición.

Del “sujeto piquetero” a la jubilación del sujeto

En los artículos que escribimos recientemente, planteamos nuestro programa de que los trabajadores luchen por un verdadero 82% de los salarios al momento de jubilarse, o del salario más alto, móvil según los mejores arreglos en paritarias; por la generalización (no solo para las categorías más altas, que deja afuera a 4 millones de jubilados) del fallo Badaro pagando el retroactivo desde 2002 en todos los casos; por un salario igual a la canasta familiar; por el control obrero y de los jubilados de la ANSES (es decir, contra la especulación gubernamental y privada con los fondos); por la restitución de los aportes patronales previos a las rebajas de Cavallo, y por la eliminación del trabajo en negro y la precarización, verdadero cáncer que corroe al sistema previsional y que hace que haya cada vez menos aportantes por cada jubilado. Y planteamos que los sindicatos dejen su política pro gobierno o pro oposición sojera, como de Gennaro, a quien el PO libra de acusaciones, y luchen por ese programa.

Este planteo, que se opone al programa mínimo de defender, como si fuera propio, el proyecto de la oposición patronal, sin siquiera ver que desnaturaliza el verdadero contenido del 82%, no obstruye sino que impulsa a participar de las luchas concretas que dan los trabajadores por sus demandas, como lo hacemos siendo parte junto a los tercerizados del FF.CC. Roca de las luchas contra la burocracia, o estando a la mismísima vanguardia de imponer un aumento del 35% en el sindicato de la Alimentación, con los trabajadores de Córdoba, y sobre todo de las Comisiones Internas de Kraft y Pepsico, que el PO en este artículo le da vergüenza mencionar, pero que los medios (de derecha, centro, centroizquierda, e izquierda, pero no la Prensa Obrera) señalan como una de las vanguardias de los sectores antiburocráticos y clasistas.

Por el contrario, el alejamiento del PO respecto a la clase trabajadora, que se expresa en esta infantil omisión de mencionar a Kraft en su nota pero sí habla de los sindicatos de la Alimentación de Córdoba, ni participe de los encuentros con cientos de trabajadores de la zona Norte del GBA, ha hecho que considere “imperdonable” esa posición de denuncia y exigencia a los sindicatos (que el PO descubre que son pro K), y que vean con expectativa a la militancia entre los jubilados a favor del proyecto de la oposición patronal. Como expresión de no haberse metido en los procesos y luchas del movimiento obrero concentrado en las empresas de la industria y los servicios, el PO ya viene convirtiendo a sectores de los trabajadores y el pueblo, en sujetos predilectos de su orientación de turno. Así creó el “sujeto piquetero”, la “FUBA piquetera”,e incluso hace poco se declaro como el “partido estudiantil”. Ahora, ante la demanda del 82% móvil el problema es aun más grave, ya que no alienta la movilización de ningún movimiento de jubilados por sus propias banderas independientes, sino directamente propone la “jubilación del sujeto” para dejar la tarea en manos del Grupo A de oposición parlamentaria.

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