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Nacionales

El gran robo al pueblo argentino

Otra “década infame”

31 de julio 2003

La complicidad del Estado patronal

Interesantes sumas de dinero descansan hoy en las cuentas bancarias de nuestros actuales “representantes”; legalizadas, naturalmente, como “gastos de representación”. Un gran robo que no se podría haber llevado adelante sin la “sociedad comercial” formada junto a las empresas imperialistas y sus socios locales.
Los Techint, Fortabat, Soldati, Roggio, los Macri, tienen una buena participación de los beneficios y bajo control importantes sectores como las rutas, peajes, el gas, correos, aeropuertos y ramales de ferrocarril. Los capitalistas, la única patria que respetan y protegen son sus ganancias.
En los ‘90, meses antes de la entrega, el Estado incrementó las tarifas telefónicas un 700%. Entre 1991 y el 2000, gracias a la aprobación política del ajuste de tarifas por el índice de inflación norteamericano, las privatizadas se apropiaron ilegalmente de más de 9000 millones de dólares. (1) En ese mismo periodo los precios de la economía argentina apenas superaron el 15%. Las empresas distribuidoras de gas aumentaron las tarifas 49%; las aduanas internas (peajes viales) un 42%, y la telefonía básica un 25%. Se estima que, durante el año 2000, por la aplicación de este índice, Telecom, Telefónica, Edenor, Edesur y las distribuidoras de gas facturaron de más 2400 millones dólares. (2) Los socios locales que controlan aeropuertos y el correo, no se quedan atrás: desde la adjudicación no han pagado un solo canon. Su deuda es de unos 600 millones de dólares.
Monopolios de impunidad

La rentabilidad de Telefónica y Telecom supera tres veces los márgenes internacionales. Su tasa se eleva al 15%; el promedio mundial, apenas supera el 5%. Aguas Argentinas llega al 23%; tres veces superior a las de EE.UU., Francia y Gran Bretaña (en orden del 7%). Repsol, que lleva adelante una expoliación petrolera salvaje del subsuelo argentino, se apropia de ganancias casi tres veces superiores a las de su casa central en España (14,2 % sobre 5,3%).
Entre el ‘93 y ’99, “este conjunto reducido de empresas ganó 2000 millones por año; casi 6 millones de dólares por día; 227 mil dólares por hora; y cerca de 3800 dólares por minuto. En otras palabras, durante la década pasada, este núcleo selecto de grandes firmas obtuvo, por minuto, el equivalente a casi diez salarios medios de la economía argentina” (3)
En la actualidad, al primer trimestre del 2003, las privatizadas continúan obteniendo los mismos porcentajes de ganancia que antes de la devolución, entre un 15 y 23%. Las cifras de Edenor alcanzaron recientemente los 210 millones; Metrogas, 98,6; Edesur, 69; Gas Natural, 61,9; y Telefónica (en el semestre), 812 millones de pesos.
Las “razones” del imperialismo

Durante los "90, las empresas sacaron del país 9000 millones de dólares, lo que representa alrededor de dos tercios (casi un 70%) de sus ganancias. Mientras tanto, las inversiones se financiaron con endeudamiento externo. Aguas Argentinas tiene un deuda externa de 700 millones de dólares. Telecom y Telefónica superan los 6000 millones; los sectores eléctricos y gasíferos alcanzan la misma cifra. Para completar la cosa, las privatizadas fueron favorecidas por la fenomenal licuación de pasivos privados implementado tras la devaluación. Se calcula que transfirieron una deuda a la sociedad argentina superior a los 2000 millones dólares. Lo cual terminaría por duplicar sus ganancias ya obtenidas de forma directa (4).
Las razones populares - ¿Un servicio público en manos privadas?

El 19 y 20 de diciembre las privatizadas estuvieron en la mira de fuego de las masas populares. La reestatización bajo control de los trabajadores junto a una comisión de usuarios, elegidos ambos mediante la democracia directa con revocabilidad, es la política más justa y popular para comenzar a recuperar los servicios públicos. Quizás, también, un primer paso para empezar a hundir en la historia un símbolo de la “década infame” de los ´90; a la cual, los gestos “populistas” del Gobierno no dañan ni pueden llegar a modificar de fondo, sino más bien, volver a engañar. En todo caso, cambiar monopolios yankis por europeos. Idéntica basura.
La “burguesía argentina”, un histórico socio menor de ambos imperialismos, es y será incapaz de dar una respuesta nacional y recuperar servicios esenciales. Unicamente los trabajadores, hermanados con el pueblo, sufrimos la necesidad y tenemos la fuerza para lograrlo.





NOTAS
(1) Informe de la Defensoría del Pueblo de la Ciudad de Bs. As.
(2) Los hijos del privilegio – Daniel Ingrassia
(3) CTA - Daniel Azpiazu y Martín Schorr.
(4) FLACSO

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