Rubén Tripi - Abogado CeProDH

La justicia laboral de la Nación, declaró en primera instancia la nulidad del despido del compañero Alejandro Morelli, ordenando “la reinstalación en idénticas condiciones a las que tenía el trabajador al momento de despido(cargo, categoría, tareas asignadas, días y horarios de trabajo y la proyección del salario que percibía en aquella fecha al día de hoy), tal como si nunca hubiese dejado de trabajar...”

Alejandro fue despedido en noviembre de 2006 con la falsa causa de abandono de puesto de trabajo, junto a otro compañero. Pero el verdadero motivo era persecutorio: su actividad gremial, antipatronal y antiburocrática. Además, su desvinculación fue cercana a la aparición de su nota en el boletín gremial de la entonces lista Celeste y Blanca sobre el golpe militar del 24 de marzo de 1976, repartida masivamente en el establecimiento, donde además señalaba su condición de “hijo de un obrero perseguido durante la dictadura militar y actual integrante de la Comisión Memoria, Verdad y Justicia de la zona norte del Gran Buenos Aires”.

Legisladores y personalidades como Adolfo Pérez Esquivel, Estela de Carlotto de Abuelas de Plaza de Mayo y Nora Cortiñas de Madres exigieron su reincorporación a la multinacional PepsiCo, que ya había despedido a otros compañeros opositores a Daer y contaba con el beneficio del fraude en las elecciones de Comisión Interna.

El juzgado encontró acreditada la “configuración de trato discriminatorio”,y en caso de apelación por Pepsico se resolverá en la Cámara del Trabajo.
Para el CeProDH es un honor la defensa de los compañeros represaliados por su actividad sindical y política, y su acompañamiento por volver a su puesto de trabajo y lucha.

PepsiCo, ya con antecedentes de discriminación, como Kraft con sus despidos masivos en el conflicto del año pasado, representa la persecución patronal ante el sindicalismo de base que, en distintos sectores del movimiento obrero como en la alimentación, se viene forjando desde hace años.