El viernes a la mañana los trabajadores de la fábrica textil Compañía Argentina de Indumentaria (CAI) sufrieron una vez más un ataque por parte de esta patronal, que dio muestras de lo que es capaz de hacer con tal de negar los reclamos de sus empleados y liquidar su organización: despedir a 100 trabajadores, incluidos sus delegados recientemente electos.

Los trabajadores hace tiempo que vienen sufriendo atropellos de todo tipo, mala liquidación de sueldos, bajos salarios, malos tratos, hasta tal punto que son obligados a desnudarse cada vez que se van para “evitar robos”, según dicen los propios directivos de la empresa. Hasta el derecho a tener representación sindical les estaba prohibido. Y como si esto fuera poco, cada vez que reclamaban algo la patronal los denigraba diciéndoles “ustedes son todos unos bolivianos de mierda, deberían agradecernos que les damos trabajo”, nos contaron los propios trabajadores.

Hartos de esta situación, los trabajadores comenzaron a organizarse y a realizar medidas de lucha para exigir el cumplimiento de sus derechos, incluido el de tener delegados.

La respuesta de cien despidos dada por la empresa el viernes a la mañana, en vez de desmoralizar a los compañeros despedidos y a los de adentro, los llenó de bronca y generó, al contrario de lo que quería la patronal, la fuerza necesaria para enfrentar el feroz ataque. Tanto el viernes como el lunes los despedidos se concentraron en las puertas de la fábrica, cortaron la calle y denunciaron ante los medios que se hicieron presentes los despidos. La disposición de los despedidos y la simpatía de los de adentro obligó a la patronal a reincorporar a todos.

Militantes del PTS, junto con compañeros del periódico Nuestra Lucha, nos hicimos presentes tanto el viernes como el lunes a prestar nuestro apoyo. Saludamos este gran triunfo y esperamos que esta experiencia de lucha y organización se extienda dentro del gremio textil.
Corresponsal