Para que no quedaran dudas de que se trata de una provocación, Daer lanzó una convocatoria a elección de delegados donde se proscriben sectores enteros a los que no se les permitirá votar, sólo dos días después de que la Interna anunciara la elección de nuevos delegados por sector, elegidos democrática y libremente.

Mientras los trabajadores hacen grandes esfuerzos para organizarse, la burocracia de Daer y la Verde buscan volver a dividir a la fábrica que consiguió en la lucha paritaria una nueva e importante unidad. Esto se consiguió en base a las asambleas y a las decisiones democráticas. Daer quiere terminar con todo esto. Desde afuera y sin consultar con los trabajadores quiere imponer una elección donde cientos de trabajadores no podrían votar porque sencillamente no están incluídos todos los sectores, dejando al Turno Noche casi sin representación en este “cuerpo de delegados”.

La burocracia quiere terminar con la situación nueva que hoy existe en Kraft, donde los trabajadores junto con la Comisión Interna recuperaron confianza y fuerza. Fueron protagonistas de la lucha por el 35%, pelean en las líneas, obtienen triunfos impidiendo despidos y enfrentando sanciones, consiguen categorías e impiden que los ritmos aumenten. Contra esta situación se levanta la política de Daer. Haciendo una elección sin consultar a la Asamblea y dejando sectores afuera, quieren que la fábrica se vuelva a dividir y que la Asamblea deje de ser el lugar donde se resuelve todo. La patronal quedó derrotada en la lucha paritaria y vuelve a recurrir a los servicios de Daer, como tantas veces, para tratar de sobreponerse. Buscan las condiciones para recuperarse de la derrota que tuvieron frente a los trabajadores. Mientras en la Justicia la patronal mantiene los juicios de desafuero de parte de la interna anterior y Javier Hermosilla, siendo la otra pata del ataque de la empresa a los trabajadores de Kraft y su Comisión Interna (ver nota aparte).

La Comisión Interna, los delegados electos en sus sectores y los activistas se aprestan en estas horas para enfrentar este ataque de la burocracia que sólo busca beneficiar a la empresa.

Una batalla más de las tantas que se dieron y de las muchas que habrá por delante en la tenaz y apasionante pelea por construir una corriente clasista, antiburocrática y aguerrida en el gremio del viejo jerarca de la CGT, en la rama de los grandes monopolios imperialistas pero también en el lugar donde se concentran más de 80.000 obreros que están haciendo una experiencia histórica con la burocracia peronista.