Sergio Massa, el ex intendente de Tigre y actual Jefe de Gabinete, dijo en un canal local desde la fábrica Volkswagen que en esta zona no hay despidos. La situación en la zona Norte dista mucho de la descripción del ex de la UCeDe.

Hace ya un par de meses Terrabusi despidió aproximadamente 200 trabajadores contratados. Claro que para el gobierno los contratados no son trabajadores, son “eventuales”. Además, mediante aprietes la empresa consiguió el retiro “voluntario” de unos 40 efectivos y encima despidió a dos efectivos de forma directa. En este clima anunció 300 despidos con el único fin de amedrentar a los trabajadores para que no reclamen por aumentos de salario, pese a que la alimentación sigue creciendo y el gobierno acaba de anunciar una ayuda financiera para la empresa (Ver denuncia de los trabajadores de la agrupación “Desde Debajo” de esa fábrica en esta página).

Atacan a los activistas

Al mismo tiempo estamos viendo despidos selectivos a trabajadores que intentan organizarse para enfrentar lo que se viene. En la empresa Dana - donde trabajan 1.000 obreros - las suspensiones son masivas. La patronal echó a 15 compañeros, algunos de los cuáles se habían postulado como delegados y fueron proscriptos por la UOM. Sus compañeros los votaron igual. Sin embargo, el Ministerio de Trabajo (primero la delegación de José C Paz, luego la de Tigre) se mantiene cómplice.

En la empresa Lear, autopartista también, existen suspensiones y despidos de trabajadores efectivos. Ya van 8 trabajadores. Algunos son luchadores, otros se habían presentado a elecciones de delegados. El método del despido es por tandas pequeñas, una especie de goteo, para generar temor y parálisis entre los que quedan adentro. Esta empresa pidió un preventivo de crisis que fue rechazado, pero igualmente despide. Los delegados del Smata son cómplices de los despidos y se niegan a cualquier medida de lucha.

En la empresa Pabsa, autopartista que fábrica butacas para autos, los despidos superan los 20. El sistema es el mismo: un goteo continuo. Las suspensiones, en cambio, son masivas. Los delegados nunca fueron votados y pertenecen al sindicato plástico. El lunes 16 un trabajador despedido ingresó al predio y subió a un techo como medida de protesta. Los trabajadores pararon en solidaridad, contra los “delegados”, luego de que la empresa y la policía intentaron literalmente encerrarlos en los galpones con todas sus puertas cerradas. Al finalizar el turno, el compañero fue bajado por la policía y demorado en la Comisaría 5, mientras el conjunto de los trabajadores se reunía afuera de la empresa y en asamblea, destituía a los “delegados” vendidos y votaba nuevos. El trabajador demorado, quedó en esa situación durante horas y por la noche fue llevado en patrullero a 70 kilómetros, a la localidad de Open Door, a una colonia neuropsiquiátrica donde están internados enfermos agudos, con una orden de internación. Los propios médicos del hospital rechazaron la internación ya que era obvio que se trataba de una medida policía hecha sin intervención de la justicia. El Ministerio de Trabajo de Tigre, estuvo presente durante toda la mañana y se negó a dictaminar la reincorporación del trabajador o a dictar una conciliación obligatoria cuando toda la fábrica se encontraba en conflicto.
En el colmo de la impunidad, esta empresa despidió invocando un preventivo de crisis que presentó pero que nunca fue aprobado. Ahora los trabajadores se comenzaron a organizar con nuevos delegados que la patronal no querrá reconocer, mientras la base está movilizada para frenar los ataques.

A los delegados también

La justicia de la zona es parte de esta situación. En el caso de Fate, la patronal solicitó el desafuero de varios delegados, para despedirlos. Entre ellos el de Víctor Ottoboni. La empresa pidió al Tribunal que no se le conceda el derecho de defensa al delegado, cuestión que fue aceptado por el Tribunal en una resolución tan escandalosa que semanas después tuvo que ser modificada por el mismo tribunal. La patronal pide además el desafuero de otros delegados y, en un hecho inédito, de toda la Junta Ejecutiva de la Seccional San Fernando del SUTNA, por haber sacado un volante en su contra. Los compañeros de Fate resolvieron impulsar una campaña de solidaridad que comienza con la publicación de una solicitada de denuncia.

En la misma Terrabusi, el coordinador de la Comisión Interna, Ramón Bogado se encuentra procesado y con un juicio iniciado por un corte de la Panamericana. Bogado fue notificado en su domicilio a la madrugada por la policía con la intención de amedrentar a su familia. También la patronal de Stani se niega a recibir a un delegado que no responde al sindicato, comenzando una persecución evidente.

Unirnos frente al ataque

Toda esta situación, que seguramente es más amplia que la que narramos, tiene como fin golpear a los trabajadores más conscientes, para luego descargar la crisis sobre sectores muchos más amplios con despidos masivos. Pero también comienza la resistencia. Se realizaron dos marchas a la puerta de Dana y Pabsa con cortes y reuniones en el SUTNA para organizar medidas contra los despidos. Están los primeros pronunciamientos de las Madres de Plaza de Mayo, de diputados, de cuerpos de delegados e internas de la zona. Sin embargo, la magnitud de los ataques a los trabajadores de Norte amerita una campaña más amplia y profunda que incluya marchas, pronunciamientos, y otras acciones. Y que colabore con la organización amplia en las empresas para que, como en Pabsa, sea la propia base obrera la que comience a ponerle límites a la prepotencia y al ataque patronal. El PTS de la Zona Norte se encuentra dando esta pelea porque es parte del proceso de organización que se desarrolla en la zona, ayudando en algunos casos a organizar, difundiendo esta situación. La respuesta de los trabajadores como en Pabsa, la solidaridad que reciben los compañeros en Dana, o los activistas que se oponen activamente al chantaje en Terrabusi son ejemplos que muestran que existe en un importante sector de trabajadores intenciones de responder al ataque patronal. Es necesaria una gran unidad de los organismos de DD.HH., los delegados e internas antiburacráticas, los sindicatos que se plantean defender los derechos de los trabajadores a dar en común esta pelea, para ganarla.

Llamamos a los compañeros de los partidos de izquierda a pelear juntos para colaborar en la defensa y organización de los trabajadores.