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Derechos Humanos

Don Lopez, uno de los testigos "visitados" por Farías

"No es tan importante lo que me pasó a mí, como la respuesta de los que me dieron apoyo"

8 de marzo 2007

¿Cuándo y por qué fue detenido?
Fui detenido en la segunda semana de diciembre de 1975, en el gobierno peronista. Me llevaron a la comisaría de Cipolletti, de ahí al Comando y de ahí a la cárcel de Neuquén. Yo trabajaba en Aguas y Energía. Estaba en el campo trabajando y me hicieron volver con una excusa. Cuando llegué a mi casa había un operativo policial y gente de civil. Allanaron la casa y me llevaron junto a mi compañera. Yo había sido delegado y después Secretario Gremial de Luz y Fuerza de Río Negro y Neuquén en una lista opositora al oficialismo, con una línea clasista. Nos organizábamos con la revista Electrum.
En la cárcel estuve un tiempo legal. Una mañana me levantaron y me llevaron a Rawson donde cada 60 días me visitaba mi compañera y mi hija. En esa cárcel conocí muchos compañeros, fue una gran experiencia. Un tiempo antes había estado Tosco. Después de un tiempo nos trasladaron a Neuquén, a cargo de Farías y, cerca de Sierra Grande, nos bajaron y nos sacó la venda. Se presentó como el comandante Farías y nos dijo que hagamos nuestras necesidades y nos advirtió que "al que intenta escaparse lo bajo". Después de eso nos dejan en la cárcel de Neuquén. A la noche nos meten una venda, capuchas y nos sacan a un galpón. A los 3 o 4 días me sacan a otro lugar, me sacan la venda, me fotografían. En ese lugar, al lado mío había dos chicas que eran maestras, siempre me quedé preocupado que había pasado con ellas.

¿Qué opinión tiene de los sucesos de estos días?
Es natural que ocurra. Ante el advenimiento de los juicios y la impunidad que hay este señor intentó zafar diciendo que era bueno. Pero lo que pasa es que atrás de él hay muchos otros militares y policías que estuvieron implicados y de mucho más peso. A mí me sirvió para evaluar el partido en que yo milito, el PTS, que me dejó conforme y lo mismo los trabajadores de Zanon, los HIJOS y otras organizaciones que también han estado y que demuestran que organizada y solidariamente se pueden combatir estas cosas. No sé si es importante lo que me pasó a mí, sino la respuesta de las organizaciones que me dieron su apoyo. Del Estado me ofrecieron seguridad, un policía y otras cosas. Pero yo dije que no quería policía, que los compañeros se estaban encargando de mi seguridad y así es como lo estamos haciendo.

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