Por PTS Ensenada

En la apertura de sesiones ordinarias de la Cámara de Diputados, el gobernador Scioli anunció la remodelación de algunos hospitales provinciales, entre ellos el de Ensenada. En la tónica de ese anuncio las autoridades del hospital reunieron al personal y dieron la noticia, pero especificando el modo en que se llevará adelante esta obra: cerrando totalmente la internación para todos los servicios durante un lapso de por lo menos un año y medio.

Este gobierno que mantiene a cientos de trabajadores de la salud condenados a la precarización laboral, consagrando el fraude laboral bajo el eufemismo de becas; que mantiene las mismas políticas de achicamiento del hospital público de los ’90 (el Cestino cerró hace 5 años todo el segundo piso a la internación, perdiendo más de 30 camas); el mismo Gobierno que se niega a jerarquizar al Hospital Público ofreciendo migajas en las paritarias y condenando a sus trabajadores a correr de trabajo en trabajo para lograr un salario digno que les permita cubrir mínimamente la canasta familiar, cuando se digna a realizar alguna de las tantas obras necesarias para evitar el literal colapso de las estructuras vetustas de gran parte de los hospitales de la provincia, lo hace dejando en la más absoluta indefensión a la población de Ensenada.

Este gobernador kirchnerista deja al descubierto el doble discurso K del desendeudamiento, al financiar esta obra íntegramente con un crédito del Banco Mundial, que además es el que aprieta para que las obras se hagan en una sola etapa para liberar los fondos.

El intendente de Ensenada está de acuerdo en llevar adelante de este modo la obra, exponiendo a la población a pagar el costo con su salud.
¿Cómo harán los miles de ensenadenses que se atienden en este hospital, si de un día para otro solo les queda la guardia?

Si gran parte de las madres de Punta Lara van a dar a luz en ambulancia porque no disponen de dinero para el viaje, ¿cómo harán para hacerlo en ciudades vecinas?

Si en la época invernal todos los hospitales colapsan con la demanda de pacientes respiratorios que requieren internación en sala o terapia, ¿cuál será el destino de los pacientes que lleguen a este hospital de campaña en que quedará reducido el Cestino?

¿Cuál cree el intendente Secco que es el nivel aceptable de exposición legal y de estrés laboral que los trabajadores del Hospital deben soportar?
Desde el PTS hacemos un llamado a las comisiones internas de las fábricas de Ensenada, a los gremios como ATE, al Sindicato de Trabajadores Municipales de Ensenada y demás sectores de Ensenada a tomar postura pública frente a este atropello a la salud de los habitantes de la ciudad y a las condiciones de trabajo de los trabajadores del Hospital.

La excusa de la modernización del Hospital no debe ser igual a poner en riesgo la salud de más de 40.000 ensenadenses. Por ello exigimos:

– Triplicación del presupuesto en salud para realizar un plan de obras pública con fondos genuinos, para nombramiento de personal y para el pago de salarios dignos.

– No al cierre del hospital Cestino.

– No al sometimiento al Banco Mundial.