La huelga de ATEN ya lleva un mes de paros escalonados, con adhesión masiva pero frente a un gobierno muy duro, que se mantiene en la posición de discutir salario recién en junio, haciendo de cuenta que no hubo devaluación. El gobierno se apoya en la unidad del MPN, que si bien mantiene roces internos, cerró filas detrás del negocio del shale gas y el pago a la Repsol, y en la tregua de la conducción de la CTA.

El 4 de abril se cumplen 7 años de la represión en Arroyito. El mismo partido de gobierno que fue responsable del fusilamiento del compañero Carlos Fuentealba, que encubre y garantiza la impunidad de Sobisch (actual presidente del MPN), quiere imponer que nuestros salarios sean miserables y se siga degradando la educación pública, pagando $250 millones anuales en subsidios a las privadas y destinando sólo $0,75 por día al refrigerio de cada alumno.

El plan de lucha se viene construyendo masivamente y se sumaron compañeros y compañeras que antes no realizaban medidas de fuerza. Desde la Agrupación Negra venimos impulsando reuniones de delegados y activistas para profundizar la organización de base, la política hacia la comunidad con una campaña de afiches callejeros votados en asamblea, y la unidad y coordinación con otros sectores, como la Junta Interna del Hospital Castro Rendón y los compañeros de Cerámica Neuquén. La conducción de la CTA mantiene su política de dejar aislada la lucha, y los sectores opositores a Quintriqueo que responden a Fuentes (histórica conducción burocrática de ATE y CTA) no pasan por ahora de apoyos declamativos.
La política de la CTERA de negociar sin llamar a plan de lucha nacional nos deja aislados. Es necesario desde las seccionales y sindicatos opositores a nivel nacional realizar una fuerte campaña, con acciones y pronunciamientos, en rechazo del autoritarismo del gobernador Sapag y por el triunfo de la lucha de Neuquén.