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Gran Eleccion del FIT

Neuquén | Una muy buena elección, una gran campaña militante, un nuevo desafío

El Frente de Izquierda volvió a repetir en Neuquén la muy buena elección de las primarias del 14 de agosto y de las pasadas elecciones del 12 de junio, cuando conquistamos una banca obrera en la Legislatura provincial.

PTS

27 de octubre 2011

En las elecciones del domingo, la fórmula Cristina-Boudu obtuvo en Neuquén el 67% de los votos, aportando en partes iguales la boleta del FPV y la del MPN que llevaba a Cristina (el FPV obtuvo un 0,14% más que el MPN a diputados).

Junto con las elecciones nacionales, en la Ciudad de Neuquén se realizaron las elecciones municipales, donde fue electo con el 40% el ex radical “Pechi” Quiroga, contra el 24% del MPN “unido” (aunque es un secreto a voces que el sapagismo llamó a votar a la lista de la CC-ARI , colectora de Quiroga, bajando el “piso” del 30% que siempre tuvo el partido provincial en la Capital ) y la fragmentación de la derrotada coalición de gobierno (FPV-UCR-UNE), cuyas fuerzas divididas sacaron entre el 5% y el 10%.
A tono con la política nacional, distintos partidos gobernarán la provincia y la Ciudad, pero todos centrados en un discurso de “gestión” y sin oponerse al kirchnerismo (el MPN con su apoyo explícito y Quiroga pasando de un enfrentamiento abierto a un silencio por conveniencia)

La elección de la izquierda

El Frente de Izquierda volvió a repetir en Neuquén la muy buena elección de las primarias del 14 de agosto y de las pasadas elecciones del 12 de junio, cuando conquistamos una banca obrera en la Legislatura provincial. Esta vez obtuvimos el 3,26% a presidente (más de 10.000 votos) y el 4,95% a diputados (más de 13.000 votos), apenas por debajo de las primarias, demostrando que el FIT conquistó, electoralmente, un sector muy importante de trabajadores y jóvenes que lo apoyan.

En la elección municipal, obtuvimos para intendente el 1,47% (2128) y 2,06% a concejales (2980), en una elección con gran fragmentación de candidatos de los partidos burgueses y varios de centroizquierda (habían 16 listas), donde incluso quedó afuera Libres del Sur, que venía ganando 1 concejal en las últimas elecciones [1].

Lo más importante de esta serie de elecciones (3 en menos de 5 meses) es que la izquierda logró instalarse como referencia política para miles en la provincia (y nacionalmente), y despertó simpatías en los lugares de trabajo y estudio, donde muchos se sumaron de alguna manera a la campaña, desde los más activos que colaboraron como fiscales hasta quienes se llevaban boletas para sus familiares, vecinos y amigos. La gran campaña militante que hicimos desde el PTS y el resto de las fuerzas del FIT, fue acompañada además por decenas de compañeros y compañeras que “le pusieron el cuerpo” a la campaña.

Espacios electorales y “fuerzas morales”

Desde el PTS, con el FIT, nos pusimos objetivos electorales claros en esta campaña: enfrentar la proscripción en las primarias (con los “400.000 votos” ampliamente superados) y el pasado 23/10 mantener esa buena elección y pelear por conquistar algún diputado en los distritos donde era posible, como en Capital Federal, Córdoba o Provincia de Bs. As., donde estuvimos muy cerca. En elecciones donde el gobierno con el discurso del “nunca menos” sacaba más del 50% de los votos y una oposición de centroizquierda que sale segunda, el “espacio electoral” para la izquierda no estaba “regalado”, había que ganárselo. Y eso hicimos.

En Neuquén, además, nos jugamos junto a los compañeros de la agrupación Marrón Ceramista, a hacer jugar políticamente, en las elecciones, el peso conquistado por los dirigentes ceramistas durante 10 años de gestión obrera. La campaña de “diputados ceramistas” encabezada por los referentes históricos Alejandro López y Raúl Godoy, permitió, por un lado, “romper el techo” de las elecciones históricas de la izquierda y conquistar el primer “diputado obrero” en Neuquén, y por el otro, despertar el entusiasmo y apoyo de decenas de jóvenes y trabajadores que tomaron en sus manos esta campaña y hoy ven la conquista del diputado como propia.

Este paso dado en el terreno electoral hay que transformarlo en una fuerza política de centenares (y en perspectiva miles) de trabajadores y jóvenes en la provincia, que se prepare para los futuros combates de clase que inevitablemente vendrán con la crisis internacional, desarrollando el “sindicalismo de base” en todo el país, pero también construyendo un partido propio de la clase trabajadora. Ese es el desafío.

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