El 10 de mayo el Frente de Izquierda y de los Trabajadores en la Ciudad de Buenos Aires inscribió su alianza. Myriam Bregman, a quien entrevistamos en estas páginas, se presenta como candidata a jefa de Gobierno porteño. Myriam, integrante del CeProDH y del PTS es una reconocida abogada querellante en juicios contra genocidas como Etchecolatz, Von Wernich, Febrés y ahora en la megacausa ESMA. José Castillo, economista y de Izquierda Socialista va de candidato a vicejefe de gobierno. El primer candidato a legislador es Marcelo Ramal, dirigente del Partido Obrero. Le sigue el delegado del Subte Claudio Dellecarbonara (PTS), un emblema del “sindicalismo de base” en la Ciudad.

Es un momento crucial en el juicio contra los genocidas de la ESMA. ¿Cómo se relacionan tu actuación como parte de la querella y tu candidatura?

Myriam Bregman: Primero quiero decir que en este juicio, donde desde el CeProDH participamos como parte del colectivo Justicia Ya!, volvió a quedar en claro que los genocidas no fueron un puñado de represores sueltos sino el conjunto de los integrantes de las FFAA y sus mandantes civiles de la gran patronal. En este caso varios de los acusados hicieron una suerte de “confesión” diciendo que toda la Marina estuvo implicada en las acciones represivas de la ESMA, de los “vuelos de la muerte” y otras formas de asesinatos, en la tortura generalizada o en la apropiación de bebés, algo que durante años fue planteado en soledad por los sobrevivientes, familiares y partidos de izquierda. Por eso son una denuncia en sí misma al carácter limitado y amañado de estos juicios, que contradice claramente el discurso oficial. Un discurso mediante el cual el gobierno se presenta como “defensor de los derechos humanos” cuando en la actualidad hay más de 4.000 compañeros procesados por luchar y la presidenta aprovecha cada vez que tiene un micrófono para demonizar las medidas de lucha que protagonizan los trabajadores y sectores populares. Esto va ser evidentemente uno de los puntos que voy a denunciar desde mi candidatura en el Frente de Izquierda.

El Frente viene denunciando que existe una ciudad para ricos y una ciudad para pobres. Es un hecho, por ejemplo, que miles viven en la calle, condenados a la falta de vivienda, ¿Cuál es tu opinión al respecto?

MB: Bajo el gobierno de Mauricio Macri se profundizó lo que ya habían comenzado Telerman e Ibarra. Buenos Aires es cada vez más una ciudad dividida entre un norte rico y un sur pobre. Las megatorres que se levantan en Puerto Madero y Palermo de un lado, y los asentamientos y villas donde se hacinan cientos de miles del otro. Existe una ciudad turística y elitista donde los sectores acomodados consumen en los shoppings y restaurantes de culto mientras medio millón de porteños vive en condiciones de absoluta precariedad, sobreviviendo en hoteles de mala muerte, cuando no en la calle. Más de diez mil están en esta última situación.

Macri gobierna para los ricos y las grandes constructoras, que son sus socias en la gestión del PRO. Su obra pública está dirigida esencialmente a mostrar una ciudad “cool” y no a resolver los problemas habitacionales y de infraestructura que aquejan al pueblo pobre y trabajador. Los empresarios de IRSA, Caputo o Iecsa y Creaurban del grupo Socma, de la familia Macri, son algunos de los principales beneficiados, de la mano de Corporación del Sur y la Corporación Puerto Madero, “Sociedades de Estado” que ofician de entregadoras del patrimonio porteño a las empresas privadas.

En diciembre del año pasado el problema de la vivienda estalló con toda crudeza cuando en Villa Soldati cientos de inmigrantes bolivianos, paraguayos, peruanos, junto a argentinos pobres ocuparon el Indoamericano. La respuesta fue el accionar de la policías Metropolitana y Federal, dejando como saldo varios muertos y heridos.

El Frente de Izquierda lucha para cambiar esta situación de raíz apelando a la movilización más amplia y consecuente. Para frenar los desalojos.
Para pelear por la confiscación de las grandes propiedades y tierras, incluyendo las de la Iglesia y los grandes propietarios de residencias ociosas, que constituyen entre un 25 y un 30% del total de hogares. Este sería un primer gran paso para realizar una profunda reforma urbana, que incluya la edificación de viviendas populares bajo control de los trabajadores de la construcción y organizaciones sociales. Para financiarlo, creemos que hay que implementar un impuesto progresivo a los grandes empresarios y fortunas.

Para que se haya llegado a esta situación en la Ciudad el macrismo no estuvo solo…

MB: Es cierto, el kirchnerismo de hecho ha venido cogobernando con Macri. No sólo ha dejado pasar cada avance del PRO, ha votado a favor del 70% de las leyes que propuso este gobierno reaccionario. Como la que creó la Policía Metropolitana, la ley privatista de autarquía del Teatro Colón y todos los presupuestos antipopulares con recortes para vivienda, educación y salud pública. La única oposición real la dimos la izquierda, sectores de trabajadores y organizaciones sociales que buscaron resistir la avanzada derechista del macrismo contra sus derechos.

Fijate la cuestión de la salud pública: mientras Macri gasta dinero en la corrupta Metropolitana y en realizar espionaje sobre las organizaciones sociales, no llega a utilizar ni siquiera la miseria asignada para gastos en salud en el presupuesto municipal. ¿Qué hicieron los kirchneristas? Le votaron el recorte del presupuesto.

La situación de la salud es grave, en el sur de la Ciudad la mortalidad infantil es altísima, de 9,9 cada mil nacimientos. La mayor parte de los 35 hospitales públicos y los 45 centros de atención existentes se hallan en un estado deplorable, con alas enteras que no pueden utilizarse porque se cae la mampostería. Los trabajadores pasan hasta 36 horas seguidas en las guardias para sobrevivir, y los tercerizados del sector ganan 1.800 pesos! ¡Y mientras tanto Macri hace campaña sacándose fotos con bebés, anunciando que bajó la mortalidad infantil! Es un cínico.

Esta es la realidad que hemos enfrentado los trabajadores con las luchas donde participamos muchos compañeros de las fuerzas de izquierda que integramos este Frente. Y acá me quiero referir a Proyecto Sur. ¿Dónde estuvieron Pino Solanas y Proyecto Sur? Son completamente testimoniales. No se los ha visto en la calle peleando junto a los compañeros. Tampoco utilizaron sus bancas para convocar a los miles que lo votaron a movilizarse para defender las causas de los trabajadores, la de los sin techo, la del movimiento LGTTB, ni contra la Metropolitana o el Código Contravencional que se utiliza para castigar a los que luchan.
El aumento del presupuesto para salud, así como para la educación, es una necesidad de primer orden. Esos recursos deben ponerse bajo control de los trabajadores y usuarios populares, que son quienes mejor conocen las necesidades y podrán definir claramente cuáles son las prioridades de inversión.

Hablando de la Metropolitana, hasta Pino Solanas dijo que hay que defenderla…

MB: Pino Solanas y Proyecto Sur han tenido un derrotero donde asumen como propios varios de los tópicos de la agenda de la derecha. No nos olvidemos que estuvieron del lado de la Mesa de Enlace sojera durante el lockout agrario. No por casualidad buscan a nivel nacional una alianza con Binner o Luis Juez. En estos días hasta estuvieron negociando con Telerman para llevarlo como vicejefe de gobierno, un arribista que estuvo con Duhalde, Kirchner y Carrió. Cuando Solanas hizo su presentación en la Capital se lo escuchó decir: “se necesitan transformaciones profundas para tener una Buenos Aires más sana, con mejor calidad de vida. Vamos a defender la Metropolitana, pero en serio”.
La Metropolitana está viciada de origen. Es la continuidad de la UCEP que apaleaba a los pobres que vivían en la calle, es la del Fino Palacios y Ciro James. Tanto la Metropolitana como el resto de las fuerzas represivas, como la Federal, son el verdadero crimen organizado, que maneja grandes “negocios” como la trata de personas, los desarmaderos, el juego ilegal y el narcotráfico. Por eso no podemos caer en el falso debate de cuál de estas fuerzas es mejor para “cuidarnos”. Hay que ser claros: estas fuerzas represivas deben disolverse inmediatamente, no hay forma de “democratizar” o “sanear” organismos creados y sostenidos esencialmente para reprimir a los trabajadores y el pueblo.