Nahuel Balsano fue detenido el pasado 24 de abril a las 3 de la mañana por la policía en la puerta de su casa del barrio de Piñeyro cuando esperaba al lechero que traía la mercadería del “Plan Más Vida” del cual su mamá es coordinadora. Lo acusaron de haber robado un auto que se encontraba a seis cuadras.

Estuvo detenido en la comisaría 2° y, luego de hacerlo declarar en el Polo Judicial de Avellaneda, fue llevado a la 3° donde fue encerrado en una celda de castigo llamada “buzón”. El 27 de abril, pasadas las 11 de la noche, avisaron a la familia que en la comisaría había ocurrido un motín y que Nahuel estaba internado en el Fiorito. El comisario dijo que Nahuel sólo tenia unos “rasguños”, que se había quemado los brazos y un “poquito la cara”. Trece días más tarde Nahuel falleció en la Clínica El Buen Pastor de Lomas del Mirador producto de las quemaduras y con evidentes signos de tortura. Su familia sigue reclamando justicia. “El caso fue ocultado por la policía. Sospecho que el incendio fue planificado por la policía. Es imposible que los detenidos hayan prendido fuego la celda. Uno de los detenidos denunció que la policía le armó una causa. El crimen de mi hijo es una historia de injusticia, abuso de poder y persecución policial. En lugar de protegerlo, lo mataron. No descansaré en paz hasta que se sepa la verdad” dice Esther, la madre de Nahuel.

El 16/6 con los familiares y amigos de Nahuel, en el día en que cumpliría 22 años, estuvimos pintando un mural en una plaza cercana a la casa, para recordarlo en el barrio. Debemos seguir exigiendo justicia para que no queden impunes los policías implicados en la causa. Como también comenta su madre “Quiero que los policías culpables se pudran en la cárcel. La versión oficial es una mentira. No coincide con la realidad. Esto es otro caso Arruga”.
NO PASARAN