El Ministro del Interior Florencio Randazzo afirmó que en las denominadas “Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias” del 14 de agosto “la gente” podrá elegir en forma “participativa” quiénes serán los candidatos en las elecciones generales del 23 de octubre. Un verdadero atentado no sólo a la verdad, sino al sentido común: todas las fórmulas presidenciales van con lista única y sólo en un puñado de distritos un par de agrupaciones tiene más de una lista de pre-candidatos a diputados nacionales (que no concitan ningún interés del electorado). O sea: el 14 de agosto no se elige nada. El cinismo gubernamental es tal que la propia agencia Télam en un cable emitido el 27/07 a las 13.20 hs. plantea parte de la verdad que esconde Randazzo: “En el resto de las provincias (que equivale al 90% del electorado, N.de R) el nuevo régimen electoral funcionará sólo como filtro para conseguir los avales necesarios -el 1,5 por ciento de los votos válidos en ese distrito- para quedar en condiciones de participar de la contienda nacional del 23 de octubre”. A confesión de parte...

Ese y no otro es el sentido de estas “Primarias”: una agrupación tiene que sacar un piso de alrededor de 400 mil votos -en unas elecciones sin sentido práctico alguno para los votantes-, para poder participar en los comicios en los que verdaderamente se eligen candidatos para ocupar cargos, el 23 de octubre. Los kirchneristas de Télam lo denominan sin pelos en la lengua: “filtro”. O sea una movilización monumental de recursos humanos y financieros en una “elección” que tiene como una de sus funciones principales dejar sin posibilidad de participar de las verdaderas elecciones (Octubre) a formaciones como el Frente de Izquierda que al ser compuesta por partidos de los trabajadores adolecen de los millones de pesos y los recursos del Estado con los que cuentan los partidos patronales. Una verdadera estafa política, una burla al pueblo.

Las boletas en la provincia: la Cámara Electoral legaliza los faltantes de boletas

La decisión del juez Humberto Blanco que imponía a los partidos de Buenos Aires la responsabilidad de hacer llegar las boletas a más de 32 mil mesas en el principal distrito del país, fue un ensayo de un ala del gobierno K para garantizarse un sólido triunfo en la provincia que tiene casi el 38% del padrón nacional, secundado por la UCR, el único partido además del FPV que tiene la estructura para garantizarlo (numerosos municipios y los millones de De Narváez). El Frente de Izquierda fue la primera agrupación política que salió firmemente al cruce de esta maniobra fraudulenta, en la denuncia política y legal, mientras que Pino Solanas salió a denunciar el hecho una semana después de conocida la resolución, cuando ya había trascendido que la Cámara Nacional Electoral (CNE) iba a revertirla. Finalmente eso sucedió, aunque el gobierno obtuvo a la par la legalización de las colectoras como la de Sabbatella que podrá ir pegada a la boleta de Cristina. En las Primarias el fraude se cuela donde puede.

La Cámara decidió hacerse cargo del reparto de las boletas de la provincia “en forma extraordinaria”, pero dejando bien claro que “resultará de todos modos responsabilidad de las propias agrupaciones políticas que pretendan disponer un número mayor de boletas en las mesas, proceder a su reaprovisionamiento durante la jornada electoral”. Otra confesión de parte: el Estado se lava las manos si en las mesas electorales no están las boletas de todos los partidos. Ya es un clásico en la provincia en elecciones anteriores: municipios enteros sin las boletas de la izquierda, tierra de punteros políticos de los partidos patronales. Ahora la Cámara Electoral “legaliza” esta práctica.

Miles de fiscales para defender los votos al Frente de Izquierda y de los Trabajadores el 14 de agosto en la provincia de Buenos Aires pasan a ser una imperiosa y necesaria herramienta en la lucha contra las maniobras proscriptivas del régimen de los explotadores.