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MOVIMIENTO OBRERO

ENTREVISTA A CLAUDIO DELLECARBONARA Y FLAVIO BUSTILLO

"Metrovías y Ferrovías son empresas tan o más parásitas que TBA"

La semana pasada se anunció la rescisión de la concesión de los ferrocarriles Mitre y Sarmiento a la empresa TBA. Entrevistamos a Claudio Dellecarbonara (delegado de la línea B del subte) y Flavio Bustillo (de La Bordó del ferrocarril Roca) para que nos den su opinión acerca del traspaso de ambas líneas a los empresarios Roggio y Romero.

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31 de mayo 2012

"Metrovías y Ferrovías son empresas tan o más parásitas que TBA"

La semana pasada se anunció la rescisión de la concesión de los ferrocarriles Mitre y Sarmiento a la empresa TBA; según el ministro De Vido, se hizo por incumplimientos y no por la masacre de Once ocurrida hace tres meses. Las dos empresas escogidas por el gobierno para tomar la posta de los Cirigliano (TBA) son Metrovías (Grupo Roggio) y Ferrovías (de Gabriel Romero). Ambas vienen haciendo grandes negocios en el sector del transporte, entre otros; la primera explotando el subte y la línea Urquiza, y la segunda el Belgrano Norte. Mediante la UGOFE ya manejaban los ferrocarriles Roca, Belgrano Sur y San Martín, es decir que ahora controlarán la totalidad de las grandes líneas ferroviarias del área metropolitana. Estos empresarios son “viejos conocidos” de los trabajadores del sector. Entrevistamos a Claudio Dellecarbonara (delegado de la línea B del subte) y Flavio Bustillo (de La Bordó del ferrocarril Roca) para que nos den su opinión acerca del traspaso.


Esta medida tomada por el gobierno recuerda la situación de hace unos años atrás, cuando se le quitó la concesión a Taselli para dársela a los empresarios nucleados en la UGOFE (Roggio, Cirigliano, Romero) ¿Cambia algo en el sistema ferroviario?

Flavio Bustillo: La experiencia en el FFCC Roca nos dice que no cambia nada. En 2007 Néstor Kirchner le quitó la concesión del Roca y Belgrano Sur a Sergio Taselli, su viejo socio en Río Turbio; antes le había quitado el San Martín. Cristina, en plena campaña electoral, anunciaba que “vamos a electrificar el ramal Plaza Constitución-La Plata” porque “es inadmisible que en el siglo XXI los trenes sigan igual que cuando yo viajaba para ir a la facultad”. En cinco años lo único que cambió fue la aparición de empresas truchas, las tristemente célebres tercerizadas, que súper explotaban a 1.600 trabajadores con salarios tres veces inferiores a los de convenio. Y el colmo es que los dueños de esas empresas son los operadores de la UGOFE: Cirigliano, Roggio y Romero… y la burocracia sindical de la Unión Ferroviaria y La Fraternidad.

Claudio Dellecarbonara: Es la misma política que en los ‘90 entregó las empresas de servicios públicos a las concesionarias privadas, que se convirtieron en grandes negociados, y que este gobierno y los anteriores mantuvieron. No sólo entregaron el servicio en sí, que incluye la venta de pasajes, sino también la venta o alquiler de locales y publicidad, el alquiler y la venta de telecomunicaciones, el alquiler de las vías, los túneles, sin olvidar los subsidios. Metrovías y Ferrovías son empresas tan o más parásitas que TBA. Intentan cambiar algo para que no cambie nada.

Ustedes trabajan en empresas controladas por los empresarios Roggio y Romero. ¿Creen que al hacerse cargo ellos pueden esperarse mejoras en las condiciones laborales para los trabajadores del Mitre y el Sarmiento, o en la forma que viajan los usuarios?

CD: Con vías que tienen entre ochenta y noventa años, con trenes que no se renuevan nunca, con talleres que no tienen repuestos, lo único que se puede esperar es más muertes, más accidentes y una mayor degradación del servicio. Es evidente que a esas empresas no les interesa un servicio seguro, eficiente y cómodo para millones de trabajadores que lo usamos a diario. En el último año en el subte sufrimos la muerte de dos compañeros en los talleres por falta de condiciones de seguridad e inversión porque no hay ningún interés de la empresa por mejorar las condiciones laborales, como tampoco hay ningún interés en mejorar las condiciones de viaje de los usuarios.

FB: Los ferroviarios estamos encorsetados en gremios que fueron los grandes cómplices de las privatizaciones menemistas. Los patrones privados son los que se roban los subsidios, los dueños de las tercerizadas, los culpables de la desidia. En el Roca ya tenemos seis compañeros muertos en su lugar de trabajo en los últimos 10 años. Pero a los que denunciamos públicamente esta gran estafa a los trabajadores y el pueblo pobre, nos persiguen con suspensiones, despidos, procesamientos penales, y todo con el aval de las burocracias sindicales y el ministerio de Trabajo.

¿Qué postura tienen las organizaciones sindicales del subte y el ferrocarril frente a estos anuncios?

FB: Mario “Oso” Rodríguez, vocero de la UF, afirmó que “estamos en pleno acuerdo con el proyecto nacional y popular del gobierno de Cristina”. Por su lado La Fraternidad firmó la solicitada de los “gordos” contra Moyano. Son funcionales a los gobiernos y/o empresarios de turno. Pero en el caso de José Pedraza o el Gallego Fernández y otros, directamente se transformaron en una suerte de empresarios. Crearon las tercerizadas Ecocred (limpieza) y Unión del Mercosur (reparación y mantenimiento de vías). Con la lucha por el pase a planta permanente de los ex tercerizados vieron amenazados sus negocios y no dudaron en mandar una patota y atacarlos, asesinando a Mariano Ferreyra

CD: Los sindicatos burocráticos del transporte son cómplices de las concesionarias en el vaciamiento de las empresas; hay dinero de los subsidios que va a sus arcas. A la UTA, que por decisión política del gobierno todavía tiene la personería gremial en el ámbito del subte, la empresa le entregó millones de pesos en concepto de valores de boleto en cada una de las firmas de los acuerdos paritarios. En nuestro sindicato, la AGTSyP, la Directiva lamentablemente tiene una posición de alineamiento con el gobierno cristinista por sobre las reivindicaciones de nosotros los trabajadores y millones de usuarios. Si bien cuando fue la masacre de Once sacó una declaración denunciando a la empresa, no toma en sus manos las acciones para que en el subte esos trenes que no están en condiciones no salgan a prestar servicio, entre otras cosas.

¿Cuáles son las medidas que hay que tomar para que el transporte de pasajeros en Argentina se convierta en un verdadero servicio público, para el pueblo trabajador?

FB: Nosotros peleamos para que los trenes sean reestatizados, administrados por sus trabajadores, y controlados por aquellos que están más interesados en que el servicio sea seguro, económico, eficaz: los usuarios del pueblo trabajador, organizados en comités. Pero esta no es una tarea sencilla; los delegados del Sarmiento, el sindicato del subte, los delegados de la ‘60, tienen que convocar de inmediato a una gran coordinación de todo el activismo del transporte. Sólo así podremos comenzar a dar una salida desde la clase trabajadora a la barbarie capitalista expresada en la masacre de 51 hermanos de clase en la estación Once.

CD: Tenemos una autoridad ganada en las luchas y en las denuncias que venimos haciendo hace años. Desde ese lugar podríamos ser impulsores de una reunión de coordinación de todos los cuerpos de delegados, de todas las agrupaciones en el transporte público para empezar a delinear una salida de fondo, que para nosotros tiene que ser la reestatización bajo control de los trabajadores y comités de usuarios. A ver, decimos desde los trabajadores porque somos los únicos que no sólo manejamos de cabo a rabo el servicio, sino que, además, no nos motiva un interés de lucro, sino que en alianza con los millones de trabajadores que llevamos diariamente a sus lugares de trabajo, podemos realmente cambiar de cuajo este delirio irracional de tener un sistema de transporte de pasajeros que tiene una antigüedad mínima de 40 o 50 años, arruinado. En primer lugar, en nuestro caso, planteamos que se vaya Roggio ya, y bajo el control de los trabajadores averiguar en serio cuánto se roban y qué hace falta verdaderamente para que el subte funcione y se desarrolle como una de las alternativas más racionales para el transporte de pasajeros en una gran urbe como Buenos Aires. Hay algo que ya podemos decir, para tener un servicio seguro y eficiente no sólo vamos a tener que echar a las concesionarias y poner el servicio bajo la gestión obrera y de comités de usuarios, sino que se va necesitar una inversión millonaria para renovar el parque existente y avanzar en un plan integral de transporte al servicio del pueblo trabajador. Los empresarios que viven del trabajo de los millones que se mueven en la red de transporte público son los que deben poner la plata, y por eso decimos que no hay solución si no afectamos sus intereses económicos con, por ejemplo, impuestos extraordinarios a los millones que se llevan la gran patronal agraria o la oligarquía financiera, o dejando de pagar la deuda externa. Allí hay recursos para bancar una salida para los que manejamos los servicios y los millones de hermanos que deben viajar diariamente como ganado para vender su fuerza de trabajo. No hay otra, somos los trabajadores los únicos que podemos darle una salida progresiva a esta grave situación que involucra a más de 6 millones usuarios del pueblo trabajador.

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