Me siento socia de ustedes, de los resultados de sus empresas” dijo Cristina Kirchner en el Hotel Sheraton ante la Unión Industrial Argentina. Hugo Moyano y la cúpula de la CGT, que reclamaban leyes para castigar a los empresarios que despidan, estuvieron presentes en los anuncios que, por el contrario, libera de cargas sociales a las patronales. El viejo discurso de que “para proteger el empleo, hay que darle más beneficios a los empresarios”. Bajo la llamada “repatriación de capitales” se premia con rebaja de impuestos a los que fugaron más de 25.000 millones de dólares en lo que va del año. A los que mantienen el empleo en negro, se les perdonan las deudas si regularizan trabajadores. Estas concesiones, sin embargo, no lograrán “atraer inversiones para crear trabajo” ni terminar con el empleo en negro. La crisis capitalista internacional comenzó a pegar en la Argentina mediante la fuga de capitales y la pérdida del empleo. Ante los miles de trabajadores contratados que ya están perdiendo su trabajo, las suspensiones con rebajas salariales y los planes de reducción de personal en la industria, prometen un incierto plan de obra pública para el 2009. Reclamemos que los sindicatos rompan con el gobierno “socio de los empresarios”. Apoyemos las luchas de resistencia como la de los metalmecánicos de General Motors de Santa Fe, la de Gestamp de Córdoba y la de la UOM de Villa Constitución. Prohibición absoluta de despidos y suspensiones, ni de efectivos ni de contratados. Ningún “premio” a la fuga de capitales: nacionalización de la banca y el comercio exterior.