Unas setecientas personas marcharon el jueves pasado por el centro de Quilmes para exigir la inmediata detención del ex policía José Ignacio Salmo, que en junio del 2001 baleó y dejó en una silla de ruedas a Carla Lacorte, y repudiar a la Sala 1 de la Cámara Penal de Quilmes que le otorgó la excarcelación a pesar de estar condenado. Encabezaron la movilización varios familiares de víctimas del gatillo fácil y de torturas en las comisarías como los de Damián Rosende, Andrea Viera, Víctor Balza, Mariano Vázquez, Agustín Ramírez, Matías Pena, Andrés Guarinos y las Madres de la Masacre de la Comisaría Primera de Quilmes. Además se destacó una nutrida columna del MTR, en lucha por la liberación de su dirigente Roberto Martino. También estuvieron la Comisión de Homenaje Permanente a las Madres de Plaza de Mayo de Quilmes, el CeProDH, los centros de estudiantes del Normal y del Bellas Artes de Quilmes, la agrupación secundaria Carlos Fuentealba de Florencio Varela, el SUTEBA Quilmes, los tercerizados y la agrupación Bordó del ferrocarril Roca, la Corriente Nacional 9 de Abril, el No Pasarán de Quilmes-Varela, el PRS, el MST y el PTS, así como centenares de vecinos.

Hay que recordar que producto de una lucha de casi una década, Salmo fue condenado a seis años y medio de prisión por el TO 5 de Quilmes. Sin embargo a los quince días la Sala 1 de la Cámara Penal de Quilmes lo excarceló por considerar “desproporcionada” la detención, hasta que la Cámara de Casación ratifique la medida. Es decir que, mostrando claramente el carácter de clase de esta justicia, un policía, aún estando condenado, puede seguir disfrutando su libertad. Además, por si no quedaba clara la posición de estos jueces, en su fallo cuestionaron el apoyo recibido por Carla así como su orientación política. Este posicionamiento escandaloso, digno de la dictadura militar, no es la primera vez que lo tienen, ya que el año pasado la misma Cámara anuló el juicio que se seguía contra el policía que mató al joven Víctor Balza. 

 La movilización recorrió las calles del centro de la ciudad al grito de “hay una banda, hay una banda, de asesinos uniformados, que a todo el mundo le meten bala, y la justicia que los avala”.

Al finalizar la marcha se realizó un acto en la Estación de Quilmes en el que miembros de todas las organizaciones presentes hicieron uso de la palabra. Tanto Claudio del MTR como José Montes del PTS denunciaron al gatillo fácil y los procesamientos como dos formas de represión que implementa el actual gobierno, poniendo énfasis en la injusta detención de Roberto Martino por denunciar los crímenes del Estado de Israel sobre la población Palestina.

Por su parte Carla sostuvo:”no es la primera vez que vemos como dejan en libertad a policías ya condenados por casos de gatillo fácil de parte de una justicia que apuesta a la impunidad. Las cárceles están llenas de presos sin siquiera un proceso y en este caso se lo deja en libertad habiendo una condena desde hace más de dos años y habiendo una pena de cumplimiento efectivo. En este caso quieren diluir el precedente que significa una condena clara contra el accionar policial del gatillo fácil que nos viene costando casi 3.000 muertos, la mayoría jóvenes, desde la vuelta de la democracia, el último de ellos un pibe de catorce años el fín de semana pasado en Corrientes. Pero lo más escandaloso es que se extralimitan en su función de resolver sobre la libertad de Salmo y descalifican mi reclamo de justicia por mi ideología política y mi defensa de los derechos humanos” Y agregó “este gobierno, que se autoproclama de los “derechos humanos” tiene el record de casos de gatillo fácil y de procesados por luchar. Y esto no es casual porque conserva lo central del aparato represivo de la dictadura que ya nos costó las desapariciones de Julio López y Luciano Arruga”.

 Finalmente Carla convocó desde la recientemente formada Coordinadora Antirrepresiva del Sur a marchar el próximo 18 por el esclarecimiento de la desaparición de Julio López y el 22 al nuevo juicio por el caso Balza.