Argentina es uno de los países cuya población más se opone a esta guerra. El interés por lo que sucede en Irak ha eclipsado las campañas electorales en las tramposas presidenciales. Pero las importantes movilizaciones contra la guerra del 15 de febrero, y el 15 y 24 de marzo sólo congregaron algunas decenas de miles. El desafío es luchar para convertir el mayoritario pero pasivo repudio a la guerra, en un movimiento activo de miles y decenas de miles.
Desde allí es necesario enfrentar la pasividad cómplice de las centrales obreras, porque lo que se necesitaría es un paro y marcha nacional a Plaza de Mayo y rodear permanentemente la embajada norteamericana. Nadie puede confundirse sobre el apoyo del gobierno de Duhalde al plan de guerra: existe el vergonzoso compromiso de la Argentina de ayuda "humanitaria" en la posguerra, es decir de ayudar al gobierno invasor que los yanquis pretenden instalar en Irak sobre una montaña de cadáveres. La actitud elemental, verdaderamente nacional, sería la ruptura de relaciones con EE.UU., Gran Bretaña y todas las potencias agresoras, pero ¿qué se puede esperar de quienes han sellado la suerte del país a los compromisos con el FMI, incrementado la deuda pública en pos de un salvataje a la banca expropiadora de millones de ahorristas o son reconocidos lamebotas como Ruckauf? Pese a todo esto las CGTs están junto al gobierno y la CTA que dirige sindicatos de peso como el docente, sólo impulsó tibiamente las primeras marchas. Si un grupo de jóvenes como los del Movimiento "No Pasarán" ocuparon durante horas un local céntrico de Mc Donald"s, ¿qué no podrían hacer los sindicatos como el telefónico o el petrolero contra las empresas yanquis y españolas, agresoras de Irak?
El sábado 12 de abril se prepara una nueva jornada mundial contra la guerra. En Buenos Aires los "Autoconvocados Contra la Guerra", coalición unitaria de la que el PTS es parte, organiza para ese día una gran marcha del Congreso a Plaza de Mayo a partir de las 17 hs., bajo las consignas "Fuera imperialistas de Irak" y "Solidaridad activa con la heroica resistencia de Irak", entre otras, y para denunciar la actitud cómplice de Duhalde, Ruckauf, y el Congreso. Es importante sumar todos los esfuerzos para que en esa jornada en la Capital Federal, al igual que en las principales ciudades del mundo, seamos decenas de miles en las calles. Para ello hay que poner en pie comités contra la guerra imperialista en facultades, escuelas y barrios, que organicen distintos tipos de actividades hacia una masiva concurrencia el 12 de abril.