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Comunicados de prensa

EL VIAJE DE CRISTINA FERNÁNDEZ A PARÍS

Más que “magnifique” habría que decir “cynique”

Aquel espacio a orillas del Sena era, al decir de muchos de los presentes, un lugar bonito y poético, más allá de un atrasado frío primaveral. Allí, en el distrito 15 parisino y al son de un bandoneón, Cristina Fernández dejaba inaugurado el “Jardín Madres y Abuelas de Plaza de Mayo”. La acompañaban, entre otros, Estela de Carlotto, Abuelas y Marta Vázquez, de Madres Línea Fundadora.

Guillo Pistonesi

8 de abril 2008

Aquel espacio a orillas del Sena era, al decir de muchos de los presentes, un lugar bonito y poético, más allá de un atrasado frío primaveral. Allí, en el distrito 15 parisino y al son de un bandoneón, Cristina Fernández dejaba inaugurado el “Jardín Madres y Abuelas de Plaza de Mayo”. La acompañaban, entre otros, Estela de Carlotto, Abuelas y Marta Vázquez, de Madres Línea Fundadora.

“Quiero señor Alcalde hacerme cargo también de las palabras que usted pronunciara en cuanto a la necesidad de que Francia y la República Argentina, hermanadas en la defensa de los derechos humanos, constituyamos una alianza profunda y verdadera precisamente para sostener la vigencia de los derechos humanos a lo largo y a lo ancho de nuestro mundo”, le decía la Presidenta argentina al Alcalde parisino Bertrand Delanoe, mientras que a pocas cuadras de allí, en esos mismos instantes, tres mil efectivos de la policía reprimían una manifestación contra la opresión y brutal represión del gobierno chino en el Tíbet encarnada contra la antorcha olímpica que recorría las calles de París acompañada por 80 indiferentes atletas. Al menos diez activistas pro derechos humanos fueron detenidos. En esos momentos el “largo y ancho del mundo” parecía haberse quedado reducido a los metros cuadrados de superficie de ese espacio en honor a las Madres y Abuelas… pero bueh.

Hablando del resto del mundo, el domingo, a pocas horas de arribada, la primera mandataria argentina participó de una manifestación por la calles de París. Sí señor, créalo o no: Cristina en una manifestación… como manifestante.

No se trataba, claro está, de una de los jóvenes negros y árabes de las ‘banlieues’ (suburbios) que periódicamente salen a expresarse contra la opresión, explotación, el desempleo y el racismo que viven decenas de miles en las afueras de la ‘Ciudad Luz’ (donde pareciera ser que tampoco se sostienen los “derechos humanos”). Tampoco alguna de los estudiantes de los liceos contra leyes de precarización laboral y la educación al servicio de los grandes capitalistas.

La manifestación de marras tenía como objeto pedir la liberación de Ingrid Betancourt. ¿Cómo estar en desacuerdo con cualquier canje humanitario? Pero resulta ser que la exigencia no estaba puesta en el Presidente ˜álvaro Uribe que hace poco más de un mes provocó la masacre en Ecuador, que tiene encerrados a 7.000 presos por razones políticas, en gran parte detenidos sin órdenes judiciales tras la aplicación de las normas ‘antiterroristas’ impuestas por la doctrina Bush. La exigencia de la manifestación en la que participaba la cónyuge y sucesora de Néstor Kirchner era… hacia las FARC.

La vigencia de los “derechos humanos” se terminó ahí, al toque. El terrorismo de Estado que existe en la Colombia de Uribe y el Plan Colombia, las torturas, en los miles de sindicalistas y campesinos asesinados ayer por las bandas paramilitares, hoy reconvertidas en bandas estatales..., ¿serán una nimias excepciones que confirman la regla?

“Los derechos humanos, su vigencia irrestricta, su respeto incondicional, no pueden ser planteos de derecha o de izquierda, no son planteos ideológicos, son simplemente eso, respeto a la condición humana, que nos universaliza más allá de nuestras pertenencias ideológicas o partidarias”, también afirmó ayer la Presidenta en la inauguración de la plaza parisina de las Madres y Abuelas.

Aquella “universalización” parece que tiene límites muy precisos y no llega a quienes ocupan el palacio de gobierno en Bogotá. Una explicación posible es que para Cristina, lo del Estado terrorista colombiano sea una excepción “transversal” a su máxima, “ni de izquierda ni de derecha”. Vaya a saber…

Volviendo a la jornada de ayer. Por la tarde la primera mandataria argentina dio un discurso en la UNESCO. Allí, visiblemente emocionada, recordó como Francia “condenó al régimen que se instaló en la Argentina el 24 de marzo de 1976”. Hace casi un año, el entonces y actual Subsecretario de Derechos Humanos argentino, Rodolfo Mattarollo, afirmó que "El compromiso francés con los derechos humanos y la vigencia de la democracia en el mundo es muy fuerte, y esa línea contra la impunidad no cambia con los gobiernos" (cable Télam 07/05/07). Dejemos de lado por un rato la política del actual gobierno francés en materia de libertades públicas. Basta recordar el papel que jugó Francia exportando la tortura y el plan sistemático de desaparición de luchadores utilizado para aplastar las guerras de liberación en Indochina y Argelia para su aplicación en la Argentina… desde 1957, año en el que los ‘droits de l’homme’ a la francesa se aplicaban contra los independentistas argelinos nucleados en el FLN (secuestros, torturas, delaciones, desapariciones, asesinatos en masa).

En aquellos tiempos de gobierno ‘socialista’ de Guy Mollet, Francois Mitterand era el ministerio del Interior. En 1960 se instala una misión militar francesa permanente en Buenos Aires, con el objetivo de “aumentar la eficiencia técnica del Ejército argentino". "Aplicamos los métodos puestos en práctica por los franceses en Indochina y Argelia", aseguró en una ocasión el general Acdel Edgardo Vilas, jefe de un centro de detención clandestino en Tucumán, recuerda al semanario francés Le Point. Pero para qué seguir. Hay un imperdible documental realizado por Marie-Monique Robin, "Escuadrones de la muerte", en el que se ven los detalles de toda la cooperación francesa al genocidio argentino (y el Plan Cóndor), con declaraciones inéditas Díaz Bessone, Harguindeguy y Bignone, entre otros (1)

Volviendo a esta épocas y a estos lares, en la sede de la UNESCO Cristina afirmó (dicen que sin ruborizarse) que “la Argentina es un ejemplo en materia de derechos humanos”. No sólo eso: aquello, dijo, “no puede ser un ejercicio discursivo”… Cinco años de gobierno K: 95% de los genocidas argentinos siguen en libertad y el gobierno anuncia que a, a lo sumo, serán enjuiciado unas decenas más para dejar en la impunidad a decenas de miles de militares y civiles; Julio López desaparecido y sus secuestradores impunes; los trabajadores del Casino fueron reprimidos por la Prefectura del genocida Febrés ocho veces en tan solo tres meses; las patotas actuaron con el aval oficial contra los trabajadores del Hospital Francés, Dana, Subte, Línea 60, Indec, Rigolleau y decenas de conflictos más. La CORREPI reveló en los casi cinco años del gobierno de los Kirchner hubo 847 víctimas de la violencia institucional, 192 en sólo 2007. Hay que darle tiempo… son sólo cinco años…

Por último Cristina Fernández de Kirchner se entrevistó con Nicolás Sarcozy. “¡Magnifica!” (“Magnifique!”, en francés), dicen que dijo sobre la cita después de salir del Eliseo. Y, en verdad, en las fotos e imágenes de TV se la ve más que contenta después de hablar con su par galo.
Pero con Nicolás también habría que hacer alguna excepción sobre aquello de la plena vigencia de los derechos humanos. Cristina sabe que el titular del Ejecutivo francés como parte de una política brutal de expulsión a los inmigrantes africanos (en su mayoría hambrientos que buscan la tan ansiada “libertad, igualdad y fraternidad”) hizo votar una ley xenófoba que permite hacerles análisis de ADN a los “sospechosos”. Otra propuesta ‘libertaria’: castrar a presuntos delincuentes sexuales (como si se tratara de una cuestión biológica, cual pensamiento nazi).
Pero tal vez algún amigo o amiga pueden aducir que por cuestiones de decoro diplomático la Presidenta argentina sólo pudo referirse a cómo cuidar los derechos humanos en otras partes de la orbe (claro que no sean ni Colombia, ni Argentina, ni Francia, como vimos). Pero resulta que Sarcozy es aliado del jefe mundial de las violaciones a las libertades civiles, políticas y económicas; sociales y culturales, y todas las que existen: George W. Bush. “América puede contar con Francia”, dijo en Washington el 8 de noviembre pasado. "La perspectiva de un Irán con armas nucleares es inaceptable" (en cambio Francia y EE.UU. sí las pueden tener, ¿no?). "Hoy como en el pasado", Nicolás le manifestó a George W., "tenemos que luchar juntos para defender y promover los valores y los ideales de libertad y democracia. La derrota no es una opción, el terrorismo no triunfará". Nicolas Sarkozy aseguró que Francia "seguirá en Afganistán todo el tiempo que sea necesario". Qué más decir.

¿Qué Francia ocupa el primer lugar en los servicios públicos privatizados de Argentina? ¿Qué están prestos para el curro de los “trenes bala” mientras que los derechos humanos de los trabajadores y trabajadoras que deben viajar diariamente en el Roca, Sarmiento o San Martín importan un bledo? “Noel Belin, vice presidente de SCNF International -la empresa estatal de trenes francesa- mostró un entusiasmo que sólo se entiende por lo que significa la posible concesión de trenes de alta velocidad a Rosario, Córdoba y Mar del Plata, que sería el negocio más importante de su tipo en todo el mundo”, dice Clarín.

‘Magnifique’. Magnifico es el negocio que Francia viene haciendo con la Argentina hace décadas. Magnífico es que cuando asumió Cristina, el último 10 de diciembre, nombró como embajador “argentino” en Francia al presidente de Peugeot-Citroën de Argentina, Luis Ureta Sáenz Peña. Magnífico es que se está negociando el pago de la deuda al Club de París que pasó a ser en muy poco tiempo (cinco años) de 4.400 millones a 6.500 millones de dólares, sólo en concepto de intereses.

‘Cynique’. Cínico es el discurso y el hacer de este gobierno que tiene como aliados nacionales e internacionales a los representantes de los mismos intereses que provocaron el genocidio en la Argentina.

Esto no se esconde ni con la inauguración de un millón Plazas, como aquella linda del Distrito 15 de París.

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