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PARTIDO

LAS BATALLAS DEL PTS EN EL ESCENARIO NACIONAL

Mariano Ferreyra: un crimen contra la clase obrera, una causa de todos los luchadores

El sábado 20 se conmemoró el segundo aniversario del brutal asesinato del compañero Mariano Ferreyra del Partido Obrero.

Laura Lif

25 de octubre 2012

Mariano Ferreyra: un crimen contra la clase obrera, una causa de todos los luchadores

El sábado 20 se conmemoró el segundo aniversario del brutal asesinato del compañero Mariano Ferreyra del Partido Obrero. Con una marcha central de Congreso a Plaza de Mayo, movilizaciones y acciones en varias provincias y ciudades del país, miles alzaron la voz exigiendo justicia para Mariano, perpetua a Pedraza y por castigo a todos los responsables materiales, intelectuales y cómplices de su asesinato. El “progresismo” K y la gran mayoría de los partidos de centroizquierda brillaron por su ausencia.

El PTS participó con una destacada columna de trabajadores y trabajadoras, jóvenes obreros y estudiantes que, junto a la del Partido Obrero, fueron las dos más importante de la movilización. Asistimos con significativas delegaciones de trabajadores: ferroviarios de la Lista Naranja (agrupación Bordó) del Roca, que vienen llevando adelante una gran campaña por Mariano, en medio de las elecciones contra la Verde de los asesinos de Pedraza; de gráficos, de la alimentación, aeronáuticos, del subte, mujeres inmigrantes y muchos otros. Mención especial merecen las compañeras de limpieza del SOM de un importante hospital que asistieron a costa del descuento en sus bajísimos salarios. La multitudinaria columna de la Juventud del PTS, esta vez con una mayor participación de jóvenes trabajadores, intervino con la fuerza de considerar a Mariano “uno de los nuestros”. En Rosario y Neuquén fuimos las principales columnas en las movilizaciones, con una destacada participación en Córdoba, Tucumán, Mendoza, Jujuy y Mar del Plata, e impulsamos diversas acciones en Bahía Blanca y Mar del Plata (ver contratapa).

Estas actividades fueron parte de la lucha incansable que asumimos desde el momento del asesinato, que comenzó con asambleas, paros y cortes de ruta; marchas, actos y comités en las facultades del país; una intensa campaña de agitación con afiches y stickers, colocando cerámicos realizados por los compañeros de Zanon en decenas de lugares, lo que llevó a la reacción de la patota de la Verde en Constitución; movilizándonos en el juicio y difundiendo su cobertura desde La Verdad Obrera; impulsando festivales en forma unitaria con otras fuerzas. Hemos asumido la causa de Mariano, como lo que debe ser: un crimen contra la clase obrera, una causa de todos los luchadores.

Esta batalla es contra el gobierno que, mientras pregona que “no reprime la protesta social”, se apoya en una casta privilegiada, una verdadera policía interna del movimiento obrero, sosteniendo hasta hoy a los mismos burócratas de la Verde en el ferrocarril. Por eso, no es de extrañar que en su momento, más allá de algunas declaraciones de sectores de la CGT y la CTA, se hayan negado a llevar adelante la menor medida de acción. Contrariamente, las organizaciones del sindicalismo de base se pusieron a la cabeza desde el primer día, como con el paro de una hora por turno que comenzó en Kraft y el corte en la Panamericana, medidas de fuerza de los delegados del Subte, la movilización del Sindicato Ceramista en el marco del paro provincial convocado por la CTA Neuquén, entre tantas acciones. El movimiento estudiantil se movilizó desde el primer momento de su asesinato.

La pelea de los ferroviarios durante 2010, un hito para toda la clase obrera, que conquistó el pase a planta permanente, puso con crudeza en la escena nacional la lucha contra la tercerización, una demanda que hoy continúa siendo una necesidad vital, un verdadero flagelo para millones de trabajadores, después de nueve años de crecimiento “a tasas chinas”, para sustentar las ganancias empresarias. Enfrentar la precarización que sufren los sectores más explotados y recuperar los sindicatos de manos de la burocracia, para la lucha de clases, son algunas de las grandes batallas que tendrán a Mariano como bandera.
Al mismo tiempo, toda esta pelea es una reivindicación de los jóvenes estudiantes que abrazan la causa de la clase obrera y la lucha consciente por terminar con la explotación del hombre por el hombre, por la revolución socialista.

El “progresismo nacional y popular” al desnudo

Entre la polarización política entre dos bandos patronales, “los K y el campo”, “el monopolio y el gobierno”, en las que nuestra organización junto a otras, ha asumido una posición independiente, no tiene el lugar que merece la larga lista de asesinados por la acción directa de las fuerzas de represión dependientes del poder estatal, en forma directa o indirecta (como las patotas bancadas por el Estado). Mariano Ferreyra es parte de una larga lista de asesinados bajo la administración K, la mayoría en los dos últimos años, por defender sus reclamos. Desde los compañeros inmigrantes sin techo del Parque Indoamericano, los Qom en Formosa y los asesinados en Jujuy, entre otros, junto a la desaparición de Julio López, jamás nombrado en las cadenas nacionales de la presidenta, y la muerte de Carlos Fuentealba en Neuquén en 2007, constituyen hechos inocultables que no pueden llamarse de otra manera que represión pagada con sangre de los luchadores, mal que les pese a los K. No hay que olvidar que, según datos de la Correpi, más de 1.700 fueron asesinados por el gatillo fácil o la tortura.

Esta es la verdadera cara del “realismo político” y las “fallas del modelo” que, aunque lo intente, no puede obviar la militancia progresista nacional y popular.

Contra el modelo de la Cámpora, funcionarios del gobierno en el movimiento obrero y las agrupaciones K en la universidad, una generación de rentados bien pagos que se llenan la boca a favor de un cambio cultural nacional y popular, los militantes del PTS en el movimiento obrero y la juventud asumimos con orgullo y pasión el desafío de esta lucha política contra las patotas, el gobierno y el Estado, y es por esto que en cada fábrica, establecimiento, oficina, barrio, colegio o facultad, batallamos para que los trabajadores y jóvenes tomen la bandera de Justicia por Mariano Ferreyra como propia, con una firme conciencia de su significado.

Para nosotros, la verdadera epopeya que puede plantearse la juventud es la de poner en pie una alianza con los trabajadores y todos los sectores populares oprimidos que luchan por sus derechos y defienden sus reivindicaciones hacia la emancipación de la clase trabajadora y los oprimidos. Esa es la vida que merece ser vivida, la que está puesta en función de liberar a la humanidad, con su incansable historia de opresión, miseria y acciones revolucionarias.

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