por PTS - Rosario

La lucha de los trabajadores de Mahle empieza a recorrer un nuevo camino. Luego de las elecciones, quedó demostrado que los dichos del Gobierno nacional y provincial de mantener los puestos de trabajo y encontrar supuestos compradores, eran solo promesas de campaña.

Por su parte, la UOM nunca convocó acciones en solidaridad por los despedidos. Sumado a esta incertidumbre, en estos días los trabajadores solo percibieron $200 de sueldo.

En esta semana, los obreros decidieron redoblar su lucha y viajaron hasta la ciudad de Rafaela para cortar las entradas de la fábrica que Mahle tiene allí. Su acción recibió la solidaridad de los trabajadores y de los vecinos de la ciudad. También el miércoles 12 se movilizaron hacia la UOM Rosario a exigirles a los dirigentes (ver Distancias).

Además están preparando un corte de la autopista Rosario-Buenos Aires para el jueves 13.

Es importante que estos sean los primeros pasos de acciones contundentes para lograr la reapertura de la fábrica, la reincorporación de todos los despedidos y el pago total de los salarios adeudados.

Mientras el gobierno pone millones para las multinacionales como GM, o subsidia a miles de empresas con el REPRO y exenciones impositivas, pretende dejar en la calle a los obreros de Mahle. Para no permitirlo, los trabajadores sólo debemos confiar en nuestras propias fuerzas.

Los cientos de sindicatos, comisiones internas, delegados, trabajadores, estudiantes, vecinos y comerciantes que nos acercamos a la planta día a día, son una gran muestra del apoyo con el que cuentan hoy los trabajadores de Mahle. Creemos que la reunión multisectorial de apoyo que hoy existe, debe convertirse en un gran comité de solidaridad. Que apoye las decisiones que los obreros tomen y extienda a cada lugar de trabajo y estudio el apoyo que estos obreros necesitan. Este comité permitiría realizar acciones, juntar alimentos y miles de pesos para entregar ya mismo a cada compañero y seguir juntando adhesiones de solidaridad en todo el país.

Plenario o asamblea de delegados y trabajadores de base de todo el cordón

La crisis capitalista comienza a golpear en todos los lugares de trabajo. La dirección de la UOM acaba de acordar con el gobierno y las patronales un mísero aumento del 19% y en cuotas, desconociendo el mandato de las bases que salieron al paro. Hay que exigirle a la UOM un paro regional y un plan de lucha nacional por las demandas de los metalúrgicos y por el triunfo de Mahle. Por otro lado la CTA Rosario y la CTA Villa Constitución no pueden seguir dejando pasar el tiempo. Hace falta ya mismo acciones como paros y marchas y el llamado a un plenario de trabajadores y delegados de todo el cordón, como vienen prometiendo (sin que lo hayan concretado) desde el año pasado, para llevar adelante un plan de lucha de todos los trabajadores del cordón por el triunfo de Mahle y de Paraná Metal.

¡Que gran ejemplo sería que los gremios y organizaciones solidarias dieran este enorme paso convocando a la coordinación y organización desde las bases para golpear con un solo puño!

Por una salida de fondo

Así como los trabajadores de Zanon levantan la expropiación y estatización bajo gestión obrera, sería importantísimo que la lucha de Mahle, que es seguida de cerca por cientos de trabajadores de la región, siga ese ejemplo exigiendo que Mahle y cada fábrica que cierra sea expropiada sin pago y pase ser estatizada bajo control de los trabajadores. Esto podría ser una solución definitiva al conflicto y la manera para que la crisis la paguen los capitalistas y no los trabajadores.

Desde el Partido de los Trabajadores Socialistas (PTS), como lo hicimos desde el primer día, vamos a estar apoyando con todas nuestras fuerzas a los trabajadores de Mahle y a seguir peleando por una verdadera salida obrera a la crisis.

Distancias

por H. A.

“Rosario siempre estuvo cerca ... pero Rafaela no saben lo lejos que queda”. Podría ser la estrofa imaginaria e impúdica que le entonasen los burócratas de la UOM Rosario a los despedidos de Mahle. Pero dadas las circunstancias, mejor guardarse la sinceridad para otra ocasión.

Una delegación numerosa de obreros se encuentra en la sede de la UOM Rosario dispuesta a hacerse oír. Vienen de acampar frente a las puertas de Mahle, Rafaela. Solos, porque sus dirigentes los dejaron en banda, y eso es precisamente lo que ahora van a reclamarles.

Rosario y Rafaela están separadas por sólo 230 kilómetros. Una distancia infinitamente más corta de la que separa la voluntad de lucha de los despedidos y la de los jefes sindicales.

Los trabajadores lo saben, ya no por intuición sino porque los hechos están a la vista de todos.

Suben las escaleras y la cámara enfoca de atrás el movimiento de las camperas azules. Entran en el auditorio y toman asiento como en un teatro. Los burócratas ensayan explicaciones poco convincentes, más bien ridículas.

Una trabajadora se acerca y lee la carta que vinieron a entregar:

“Por medio de la presente, nosotros, los empleados de la ex Mahle SA (...) exigimos:

– Acompañamiento con presencia de algún representante del gremio en la lucha emplazada en las puertas de Mahle Rafaela, donde se encuentran nuestros compañeros en la carpa allí plantada, moción votada en asamblea del viernes pasado.

– Subsidio de lucha con fondo de organización con bolsones de alimentos
– Convocar con carácter de urgencia a con congreso nacional de delegados metalurgicos para analizar nuestro conflicto.

– Convocar a paro regional rosario-santa fe como así también la Unión Rosario pida al Sr. Caló un paro nacional.

Consideramos que somos victimas y rehenes de un conflicto del cual nosotros los empleados de la ex Mahle no somos responsables. Por tal motivo entendemos que nuestro derecho es exigir el respaldo a nuestra representación gremial a los puntos antes mencionados, emplazándolos a tener una respuesta en 24 hs. Necesitamos que nuestros representantes tengan participación activa como uno mas de nosotros.

Sin otro particular, saludamos atentamente, trabajadores de la ex Mahle SA en pie de lucha”.

El lugar se llena de aplausos. La mujer que entrega la notificación también le da una copia y les dice: “si tienen el sello de UOM para ponerle, mejor”.
Antes del ingreso, otra trabajadora entre lágrimas le dice a la periodista. “yo no tengo más fuerza. Quieren que nos cansemos. Pero aún de rodillas vamos a seguir luchando y no nos van a vencer”.