El viernes 8 de junio, el auditorio de la sede de Constitución de Sociales quedó chico. Había docentes (muchos ad honorem) y estudiantes en los pasillos y en las puertas, que ingresaban para participar del Acto contra las cesantías en la Universidad de Buenos Aires.

La mesa estaba compuesta por Santiago Gándara (Sec. Gral. de AGD-UBA) y cuatro docentes cesanteados, entre ellos Eduardo Grüner, miembro de la Asamblea de intelectuales, docentes y artistas en apoyo al FIT que desde que surgió la denuncia trabajó este acto y el petitorio de más de 3.000 firmas que salió como solicitada. Fue un acto emotivo.

Los cientos de compañeros/as que participamos demostramos que existen las bases para desarrollar un gran movimiento de docentes y estudiantes que le pare la mano a las camarillas que dirigen la UBA (radicales, kirchneristas y sectores afines al PRO) y que, a esta altura, ya componen una casta más cercana a los CEO de las empresas. Si bien este aspecto estuvo presente en el acto en general, faltó de parte de la dirección de la gremial un claro señalamiento sobre las camarillas con nombre y apellido, incluidos los decanos K, así como el rol y la responsabilidad del gobierno nacional que deja que el presupuesto se degrade por inflación alentando el autoajuste.

Hubiese sido una gran oportunidad para poder discutir de cara a cientos de docentes y estudiantes cómo podemos continuar la lucha sumando a más compañeros. Los docentes del PTS planteamos en las reuniones de preparación la necesidad de abrir el micrófono a los presentes en el acto, cuestión a la que equivocadamente se negó la mesa ejecutiva de la gremial.

Es necesario que la dirección de AGD-UBA convoque, junto con los centros de estudiantes combativos y la FUBA, a una asamblea interclaustros que redoble los esfuerzos con un plan de lucha contra las cesantías y también contras las camarillas que las llevan adelante.

Tenemos que transformar la gran convocatoria del acto en un movimiento que sume miles de compañeros, que enfrente al rectorado y el cinismo de los deKanos para poder frenar las cesantías, que luche conjuntamente por los más de 10 mil docentes que trabajan sin salario, que se proponga terminar con la oligarquía de funcionarios que se enriquecen a costa esta situación (empezando por los decanos), que cuestione el “autofinanciamiento” que pone la universidad al servicio de las grandes multinacionales y luche por la anulación de la LES que le sirve de sustento legal, que levante las banderas de la democratización y que luche por una universidad al servicio de los trabajadores y el pueblo.