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MOVIMIENTO OBRERO

Los usuarios y trabajadores del subte somos rehenes de Macri, Cristina y los Roggio

El miércoles, cuando se iniciaba la sexta jornada de paro, Claudio Dellecarbonara estuvo en A Dos Voces de (TN), donde estaban sentados un legislador del macrismo y otra del kirchnerismo, responsables de esta situación, quiénes junto a Metrovías tienen la respuesta.

Claudio Dellecarbonara

9 de agosto 2012

Al cierre de esta edición, cuando ya se cumplían cinco largas jornadas de paro en el subte y se iniciaba la sexta, estuve en el programa A Dos Voces de TN. Allí estaban sentados un legislador macrista y otra kirchnerista. Ante la ya tan mentada pregunta que me hacen los periodistas por estos días, “¿hasta cuándo piensan seguir con las medidas?”, respondí que ahí sentados estaban los representantes de los responsables de esta situación y quiénes tienen la respuesta, el gobierno de Macri y el de Cristina; pero faltaba otra parte más, que es la empresa Metrovías. Esta patronal rapaz de los Roggio se la viene llevando en pala desde 1994 y fue premiada por ambas administraciones con más y más obras y nuevas concesiones, como la que le acaban de dar del Sarmiento y el Mitre luego de la masacre de Once. Los trabajadores del subte somos rehenes porque no sólo no quieren actualizarnos los salarios según lo que perdimos por la inflación (cuestión que ya tiene ocho meses de vueltas y sanatas); además tenemos que trabajar en condiciones cada vez peores, poniendo en peligro nuestra salud y hasta la propia vida. Y el casi millón de pasajeros que todos los días se moviliza en subte, la mayoría trabajadores como nosotros, también es rehén porque sufre día a día el deterioro de un servicio que no se puede mejorar por más buena voluntad que le pongamos los trabajadores del subte, porque literalmente estamos sufriendo un desfalco, un vaciamiento que ya lleva casi 20 años ininterrumpidos. El último quite de formaciones en varias líneas, que implica otro golpe a los usuarios, es sólo una muestra más de lo que estamos diciendo.

En todo debate, aún entre bandos patronales, se dicen algunas verdades cuando un oponente ataca al otro. En el debate entre el kichnerismo y el macrismo los funcionarios dicen que el servicio es malo, que se viaja mal, que puede haber accidentes fatales… todas realidades más que tangibles. Pero la verdad que esconden es que ambas administraciones tienen responsabilidades compartidas de esta situación, y que les importa un bledo las pésimas condiciones del servicio para trabajadores y usuarios. Su único “problema” es quién paga el costo político de este desastre.

Se equivocan fiero si piensan que vamos a ser los trabajadores. No nos van a transformar de víctimas en victimarios.

Macri y el gobierno kirchnerista: dos salidas totalmente reaccionarias

El que pierde, en definitiva, es el pueblo trabajador, tanto quienes sostenemos el subte con nuestro esfuerzo diario como los millones de hermanos que tienen que viajar como ganado. El gobierno nacional, como parte de su “sintonía fina”, decidió bajar al máximo los subsidios a las privatizadas, intentando repartir los gastos con las administraciones provinciales y, en este caso, con la del gobierno de la Ciudad. El macrismo, después del crimen social de Once, decidió no tomar la administración del subte, mientras sólo reconoce a la burocracia de la UTA contra nuestro sindicato (una actitud igual a la del kirchnerismo, que se niega a darnos la personería gremial). Como no puede ser de otra manera, el macrismo ahora le exige al kirchnerismo que actué contra nosotros como hizo con camioneros, con la Gendarmería, y declarando ilegal nuestro legítimo paro. Mientras tanto, los de la Rosada especulan con las encuestas, evaluando si la situación creada con el paro puede joder más a Macri.
Entretanto los trabajadores del subte y los usuarios la miramos de afuera. ¿Por qué ser rehenes de dos campos capitalistas, ambos enemigos de los intereses del pueblo trabajador?

Soluciones 

Es necesario romper con la lógica que nos quieren imponer el kirchnerismo y el macrismo: o estás de un lado o del otro. No es así. Se torna imprescindible tener una política independiente, de los trabajadores, que defienda no sólo nuestros derechos -como la justa demanda salarial de recomposición del 28%- sino también los de los millones de usuarios que viajan diariamente a vender su fuerza de trabajo. Lamentablemente la Directiva y los voceros de nuestro sindicato se ubican incondicionalmente en el bando kirchnerista. ¡Cómo no compartir las denuncias que hacen estos compañeros contra el derechista Macri! Pero a la par, esconden la responsabilidad del gobierno de Cristina y su alianza estratégica con el grupo Roggio, en el marco del hundimiento de todo el sistema nacional ferroviario, incluyendo al subte. No denuncian el tarifazo que preparan en el transporte con la SUBE con la “segmentación”, y callan frente a las maniobras del ministro Tomada que se sigue negando a reconocer nuestro sindicato.

Una medida de lucha como la que estamos protagonizando –que tiene el apoyo masivo de las y los trabajadores del subte- no puede estar al servicio de un bando patronal. Tenemos que luchar por nuestras justas demandas salariales y de condiciones de trabajo, pero asimismo, huir de la falsa dicotomía de que no queda otra que estar por la salida que propone el kichnerismo, o por la del macrismo. Nosotros creemos que nuestro sindicato debería preparar una pelea para dar una solución de fondo que resuelva los problemas de infraestructura de inseguridad del servicio e ineficiencia que nos afectan tanto a laburantes como a nuestros hermanos usuarios del pueblo trabajador.

Fuera Roggio YA

Si uno observa cómo discuten Ciudad y Nación, verá que ninguno de los dos bandos cuestiona las ganancias de los parásitos de Metrovías. Los trabajadores debemos exigir la apertura ya de los libros de contabilidad para analizar cuánto se han robado. Como venimos denunciando en todos los medios, ¿por qué el pueblo trabajador tiene que seguir bancando las ganancias de los Roggio? Fuera YA. El subte es un servicio público y no puede estar enmarcado en la lógica de la ganancia capitalista, lo que acá implica directamente un vaciamiento y un peligro real de vida para quienes lo manejamos y para quienes viajan en él. Es totalmente utópico sostener que con los Roggio vamos a obtener las necesarias e imprescindibles mejoras en nuestras condiciones laborales y mejorar cualitativamente el servicio para millones de usuarios. Se impone la lucha por una reestatización para poner el servicio bajo la gestión de los trabajadores con el control de comités de usuarios.

Claro está que hace falta una inversión millonaria para ir hacia una red de transporte segura, cómoda y eficiente para los trabajadores. Los fondos están, hay que buscarlos en las ganancias de las patronales y los banqueros, los que viven de nuestro trabajo.

Entretanto, llamamos a todos los compañeros trabajadores y estudiantes combativos a impedir el aislamiento de nuestra lucha y apoyar nuestras justas demandas, que son parte de las de toda la clase obrera.

Prensa

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