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Informaciones Obreras

Los trabajadores de Mafissa no bajan la guardia

Mientras los trabajadores y su comisión interna venían reclamando la reincorporación de 70 trabajadores suspendidos, y la efectivización de compañeros, la patronal atacó con nuevos despidos en los últimos días.

PTS

1ro de noviembre 2007

Fue una semana decisiva la que se vivió en Mafissa, ya que Curi se había negado cuando venció el plazo estipulado a incorporar a sus turnos a los 70 suspendidos, negándole el ingreso a la misma. Los trabajadores respondieron con masivas asambleas y un plan de lucha consistente en paros rotativos de una hora por turno. Curi no se hizo esperar, y despidió 102 trabajadores.

La respuesta obrera

Esto motivó una firme respuesta de los trabajadores, que bloquearon los portones, montaron guardia, recibieron la solidaridad de diversas organizaciones, y mostraron una enorme unidad y contundencia en el acatamiento de las medidas votadas. Quedó en evidencia que los intentos de la patronal y la burocracia de dividir con los aprietes, las suspensiones, las mentiras, la incertidumbre que han fomentado, no hizo mella en la base. Todo lo contrario, han logrado sumar al conflicto a un número importante de compañeros que durante el conflicto anterior de los 42 días, habían mantenido una posición de pasividad.

Una vez dictada la conciliación obligatoria, y acatada por los trabajadores, la patronal nuevamente la incumplió y no dejó ingresar a los despedidos. Buscaban con esto empujar a los trabajadores a un nuevo conflicto, y adelantar que su objetivo es ir por despidos masivos.

El día lunes Curi aceptó la conciliación, reincorporó a los despedidos, y levantó las suspensiones. Entraron a la planta los 102 trabajadores que habían sido despedidos, y los 70 compañeros que estaban suspendidos al 75 % del salario.

Surge el comité de organización de lucha

Pero la patronal dejó marcado que su intención es negociar despidos. Por eso los trabajadores ingresaron a la planta sin ningún triunfalismo, ya que la Comisión Interna planteó claramente que se trataba de una tregua, y que había que prepararse para una lucha decisiva una vez finalizada la conciliación. “La asamblea fue corta – dijeron los trabajadores- pero muy reflexiva, y nos vamos a preparar para una lucha dura, ya que Curi viene intentando hace rato desmontar todo lo que hemos venido armando, y para eso tiene que despedir compañeros. Pero no lo vamos a permitir, y ya desde hoy estamos en pié de lucha. Votamos impulsar un comité de lucha, hablar con nuestras familias, con nuestras esposas con la gente del barrio, y estamos decididos a no permitir un solo despido. Curi tiene que saber que se le terminó eso de hacer lo que quiera con los trabajadores”.

La solidaridad frenó a la Infantería

Y ese es el ánimo generalizado, mucha unidad y preparación para lo que se viene. Una muestra de este ánimo fue la respuesta que hubo cuando la Infantería, con una orden judicial, intentó desalojar el piquete de los portones para que salgan los camiones con la carga millonaria de Curi. “La base respondió” dijeron los delegados, ya que en menos de 5 minutos se habían tirado vallas, gomas y todo tipo de objetos para frenar el avance de la infantería, y desde dentro de la fábrica salió un centenar de compañeros dispuestos a enfrentar el desalojo. Los jóvenes del barrio se habían reunido frente a la fábrica para ir en apoyo en caso de represión. Un grupo de 40 trabajadores de la empresa Gleba, se acercó rápidamente a la planta para seguir consolidando la unidad en la lucha. Los camioneros dieron un ejemplo de solidaridad, al manifestar que no iban a sacar los camiones con la carga mientras ellos permanecieran con este conflicto.

Ese ánimo de la base es el punto de apoyo de la preparación de la próxima lucha. El ejemplo de los camioneros y de Gleba, es el que hay que extender al resto de los trabajadores de la región.
Es necesario de rodear de solidaridad a los trabajadores de Mafissa.

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