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Mundo Obrero

UNA HISTORIA DE SUPEREXPLOTACION

Los obreros rurales jujeños de Ledesma

Ledesma S.A. es el mayor latifundista de Jujuy. Acapara mediante plantaciones de caña y citrus un Departamento entero (que lleva su mismo nombre: Ledesma) y parte de otros dos: Santa Bárbara y San Pedro. Ambas son las zonas más fértiles de Jujuy, propiedad de Pedro Blaquier, salvo la que acaparan los empresarios de la Cooperativa de Tabacaleros.

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8 de mayo 2008

Ledesma S.A. es el mayor latifundista de Jujuy. Acapara mediante plantaciones de caña y citrus un Departamento entero (que lleva su mismo nombre: Ledesma) y parte de otros dos: Santa Bárbara y San Pedro. Ambas son las zonas más fértiles de Jujuy, propiedad de Pedro Blaquier, salvo la que acaparan los empresarios de la Cooperativa de Tabacaleros.

Los Blaquier dicen que su empresa “procura alinear su crecimiento económico con el progreso social y el cuidado del medio ambiente”. Veamos. La empresa produce cerca de 330.000 toneladas anuales de azúcar, el 20% de la producción azucarera del país. A la vez, posee 2.000 hectáreas sólo en Jujuy de plantaciones de citrus y llega a exportar esta producción a Europa, Rusia y Medio Oriente. Y produce entre 4.000 y 5.000 toneladas por año de jugos concentrados con el que abastece a las empresas de gaseosas. Las condiciones de los trabajadores rurales, que “procura alinear al progreso social”, están por debajo de la línea de pobreza y continúan la extrema pobreza los trabajadores golondrinas y el y trabajo temporario.

Esta superexplotación aún hoy se mantiene por el golpe militar, al cual los Blaquier le pusieron todo, camiones, galpones, personal de seguridad e inteligencia, todo esto dieron con tal de descabezar al movimiento obrero del ingenio y del campo que avanzaba en su poder de movilización y en sus conquistas. Está probada la amistad entre Martínez de Hoz, que promulgó la ley antiobrera, y Pedro Blaquier, que celebraban por medio de correspondencia los logros de la dictadura.

“El sindicato no aparece, siempre dicen que están en reunión”

“Por hora de trabajo sólo te pagan $3,78. El sindicato no aparece; siempre dicen que están en reunión. Somos más de 1.000 trabajadores de la cosecha de frutas. Después de la cosecha muchos quedan desempleados y resuelven su situación haciendo changas de albañiles. A otros pocos nos toman en otra área, en la cosecha de caña o en hidráulica que se encarga de la construcción de puentes y caminos o en la fábrica”.

R., trabajador rural en la cosecha de naranja.

“El trabajo es insalubre y de alto riesgo por los efectos contaminantes de los químicos”

“Los días de lluvia no se cosecha y los siguientes tampoco. El drama es que estos días no te los reconocen, y es común que trabajés 3 o 4 días menos por quincena. Así que, si trabajando los 15 días sacamos $400, los meses en los que llueve mucho nuestro salario queda reducido a $100 o $150 menos. Es poca la paga: $4,70 es lo que vale la hora. Apenas llegamos a cobrar 900 y con horas extras 1.000, cuando todo subió y más los alimentos. A la vez, el trabajo es insalubre (con químicos y herbicidas), pero en Ledesma no te dan ni botines ni nada. Y lo que te dan te lo descuentan. Te digo esto, porque yo andaba aplicando herbicidas y la empresa sólo te da antiparras y un overol, que luego te lo hacen lavar a vos, llevarlo a la casa y que corran el riesgo la familia de los efectos contaminantes de los químicos (...)”.

P. trabajador rural de cultivo de frutas.

“El promedio de nuestro salario es 700 pesos mensuales”

“En el almacenamiento de frutas podridas no pagan por insalubridad. Aplican hipoclorito que genera estornudos, te pica la garganta, te arden los ojos. Los barbijos son los más baratos y descartables; incluso se usan varios días. Los tapones para los oídos recién se empezaron a usar hace unos años, y cuando no nos daban, llegábamos con algo de sordera a la casa. Ledesma cosecha no sólo naranjas, también palta, mango, mandarina, pomelo y limón; todo para exportación. Cada caja de limón embalado cuesta en euros lo que equivale a $150, pero pagan por cada una 20 centavos a las obreras. Para completar el jornal hay que embalar 150 cajas. Las clasificadoras y embaladoras no tenemos horarios de entrada ni de salida. Tenemos dos turnos, somos cerca de 450 en tiempos de cosecha y exportación, entramos a las 13 y salimos a las 24, algunas veces te hacen quedar hasta la 1 del otro día. Te llaman a la hora que a ellos se les canta y nos hacen trabajar domingos y feriados. Por jornal sacamos $35 y trabajamos 11 horas, 11 horas en el galpón de empaque. Todas somos trabajadoras temporarias, entramos en marzo y trabajamos hasta fines de agosto o los primeros días de septiembre.

Cr., trabajadora clasificadora de empaque de frutas.

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