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Comunicados de prensa

1920: LA PRIMERA EMISIÓN RADIAL

Los locos de la azotea

El 27 de agosto de 1920 se realiza en Argentina la primera emisión de radio. Lea y escuche el informe del programa Pateando el Tablero en conmemoración del aniversario de la radiofonía en nuestro país.

PTS

3 de septiembre 2007

El 27 de agosto de 1920 se realiza en Argentina la primera emisión de radio.

Un grupo de jóvenes radioaficionados son los responsables de poner al aire la Ópera Parsifal de Wagner desde el teatro Coliseo de Buenos Aries y pasaron a la historia con el nombre de “Los locos de la azotea”.

Se trataba del medico Enrique Susini junto a tres estudiantes de medicina: su sobrino Miguel Mujica y sus amigos César Guerrico y Luis Romero Carranza.

Aun se discute si fue o no la primera transmisión radiofónica del mundo ya que por aquellos días algunas experimentaciones parecidas se estaban realizando en Estados Unidos y Europa.

Pero más allá de esto, lo cierto es que en aquel 27 de agosto de 1920 se estaba dando inicio a la radiodifusión ya que desde el Coliseo, en aquella oportunidad, se realizo una transmisión con la finalidad de ser captada por un público masivo, con intenciones de continuidad y sin objetivos exclusivamente bélicos.

Hasta finales de la Primera Guerra Imperialista en 1918, la radio se aplicaba en forma generalizada, únicamente en los frentes de combate.

Aquel 27 de agosto de 1920 entre las 21 y la medianoche, Enrique Susini daba el puntapié inicial a aquella historia: “Señoras y señores: la Sociedad Radio Argentina les presenta hoy el festival sacro de Ricardo Wagner, Parsifal, con la actuación del tenor Maestri, el barítono Aldo Rossi Morelli y la soprano argentina Sara Cesar, todos con la orquesta del teatro Costanzi de Roma ´, dirigida por el Maestro Felix Von Weingarten”.

El mundo estaba revolucionado por aquellas primeras décadas del Siglo XX.

En 1917, desde Rusia llegaba la noticia de que una gran Revolución llevaba a los trabajadores al poder dirigidos por el Partido Bolchevique y se habría una antorcha de esperanza que iluminaba a los explotados y oprimidos del mundo.

Esta gesta daba inicio a un enorme proceso revolucionario en Europa que llegará hasta el corazón de Alemania, donde su poderosa clase obrera, también como en Rusia, pone en pie sus propios organismos de poder, los soviets o consejos obreros, y jaquea a las clases dominantes en un país imperialista.

En Argentina, en 1918, los estudiantes cordobeses, despiertan la simpatía de Latinoamérica y el mundo, cuestionan el régimen elitista y oscurantista de la educación superior e imponen una Reforma Universitaria.

Un año después, en 1919, los obreros de la fabrica metalúrgica Vassena en el barrio de Pompeya en Buenos Aires, encabezan el levantamiento conocido como “La Semana Trágica”, aplastada a sangre y fuego por el gobierno radical de Hipólito Irigoyen.

Nuestro país no estaba ajeno al “espíritu de la época”. Contradictoriamente el proyecto “modernizador” de la oligarquía argentina y su modelo agro exportador sentaba las bases para el surgimiento de una nueva clase obrera, en su mayoría inmigrante, que traía a estas tierras la inspiración de nuevas ideas, como las socialistas o las anarquistas.

Surgía una fuerte clase media urbana, fundamentalmente en Buenos Aires, que se transformaba en vehiculo de lo mas avanzado de la ciencia y la técnica, de la cultura a nivel mundial, con aspiraciones de ascenso social y una voluntad innovadora y creativa.

“Los locos de la azotea” serán hijos de aquellos años”. Su invención experimental, La Radio, también.

Desde entonces, La Radio penetró en la vida de millones de personas y se transformó en el medio de difusión e información por excelencia, que solo fue alcanzado por la aparición y posterior masificacion de la televisión.

La vida social, cultural y política del país tuvo a la radio como instrumento y testigo ineludible.

Hoy, a pesar del lugar ocupado por la televisión, el desarrollo de las telecomunicaciones y los medios digitales, La Radio sigue teniendo un alto nivel de inserción en la vida social. Se calcula que le 99 por ciento de los hogares argentinos tiene un radio-receptor.

Esto choca con otra realidad, que es la monstruosa concentración de los medios de información y difusión en manos de un puñado corporaciones y grupos que concentra la propiedad de los llamados multimedios.

Si bien es una tendencia internacional, basta poner solo algunos ejemplos en Argentina donde dos grupos como Clarín y Telefónica mantienen el control más importante sobre el sistema infocomunicacional, a través de la telefonía básica y celular, Internet, televisión, radios, diarios y papel prensa, entre otras cosas.

Esto representa una verdadera amenaza contra la más amplia libertad de expresión, para que verdaderamente se expresen las necesidades y los sueños de los trabajadores y mayoría de la sociedad.

A poco de cumplirse 90 años de la primera revolución obrera triunfante de la historia, La Revolución Rusa, bueno es citar algunas palabras del gran dirigente de aquella gesta, Lenin, quien señalo que: “La burguesía entiende por libertad de prensa la libertad de los ricos de editar periódicos, el acaparamiento de la prensa por los capitalistas (…) El gobierno obrero y campesino entiende por libertad de prensa la liberación de la prensa del yugo capitalista (…)”

La potencialidad de la radio y el conjunto de los medios de información y difusión (hoy muchísimo mas desarrollados que en 1917) y en manos de la clase obrera, sus organizaciones y el pueblo trabajador, no tiene límites.

Aquella invención genial de los “Locos de la azotea” en 1920, será profundamente homenajeada y tomara un nuevo y mas profundo valor cuando millones de voces acalladas encuentren que se merecen en la Radio y en los medios de comunicación masivos.

Y esto sólo será posible, cuando los medios de producción material e intelectual, pasen a ser de propiedad social en manos de la clase trabajadora y el pueblo.

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