Desde el lunes pasado, las cosas no son iguales en una de las empresas de logística más importantes de la zona Norte del Gran Buenos Aires. Con la complicidad del sindicato de Camioneros, la patronal despidió a cuatro trabajadores por no haber asistido el día anterior a alentar al equipo de fútbol de Moyano que jugaba en Zárate. Al enterarse, sus compañeros pararon la línea y pasaron por todos los sectores llamando a una asamblea autoconvocada para discutir su situación. Participaron más de 200 operarios y la bronca se hizo sentir.

Es que en el gremio de camioneros, no todo es color de rosas. La mayoría de los trabajadores de la empresa está por agencia, algunos desde hace mas de 5 años, y el sindicato no sólo hace oídos sordos a sus reclamos, sino que sólo efectiviza a sus “amigos”. Y esto no es todo. La burocracia amenaza con despidos para que los trabajadores asistan a los actos de Moyano (multitudinarios... a fuerza de aprietes) y la patronal, cómplice, asegura la asistencia garantizando los micros, bombos y banderas.

Mientras estaban en la asamblea, discutiendo si continuaban con el paro hasta que se reviesen los despidos, la Comisión Interna con un grupo de 60 carneros se hicieron presentes, pero sólo para provocar e intentar romper la asamblea amenazando con despidos a los que no volvieran a sus puestos de trabajo. Los jóvenes no se dejaron amedrentar, y el sindicato no tuvo mejor respuesta que empezar a agredirlos físicamente. La seguridad privada intervino para que el delegado pueda salir ileso.

Al calmarse las cosas, se votaron a tres representantes para que vayan a una reunión con RR.HH., la patronal y el sindicato, en la que resolvieron tirar para atrás los despidos, manteniéndolos suspendidos hasta que se defina qué hacer con ellos.

Los laburantes se volvieron a juntar en asamblea y decidieron hacer quite de colaboración hasta que los compañeros vuelvan a sus puestos de trabajo. Además, están planteándose llamar nuevamente a elecciones para cambiar al delegado, ya que no dejaron presentar más listas y fueron obligados por RR.HH. a votar.

Estos trabajadores sufren día a día el despotismo y la impunidad con la que se maneja el sindicato de Moyano. Mientras se lava la boca hablando contra el trabajo en negro y precarizado, es uno de los gremios en donde más trabajadores hay por agencia y son amenazados constantemente con despidos.

La respuesta que dieron esta vez muestra que los trabajadores ya no quieren que los pasen por arriba.