Los trabajadores ocuparon la sede del Ministerio, mientras denuncian las promesas incumplidas, la represión y exigen la presencia de los funcionarios nacionales. Al cierre de esta edición, los fileteros que mantienen la ocupación anunciaban el inicio de una huelga de hambre.
Cada semana, la historia se repite. Los trabajadores paran, se movilizan. Los empresarios se niegan a cumplir las actas y compran a los funcionarios. El gobierno pemite que continúe el régimen del trabajo en negro y militarizan la zona del puerto.
La semana pasada, fue Katz quién debió huir de la sede del SOIP. Los compañeros fueron claros: “Katz nos dice que se pondría al frente de nuestro reclamo, pero hace 17 años que venimos pidiendo por este tema, y pasó toda su gestión al frente de la comuna sin darle la importancia”. La bronca se transformó en una marcha por el puerto, que impuso el paro en la inmensa mayoría de las 240 empresas instaladas allí. Al final, 500 los fileteros terminaron en la sede local del Ministerio de Trabajo de la Nación , que decidieron ocupar. “Fueron 100 días de verso, donde no se blanqueó a un sólo trabajador”, dicen los compañeros. “Además, no somos delincuentes, queremos que saquen la policía del puerto”. El mensaje es claro y apunta directo al gobierno nacional.

Contra el pacto negrero

Al cierre de esta edición, los fileteros mantienen ocupada la sede del Ministerio y sus ocupantes se declaran en huelga de hambre y otros tres trabajadores (Aníbal Bamonte, Claudio Cisneros y Ricardo Muños) fueron detenidos por la policía en la tarde de hoy como una demostración más de la persecución que vienen sufriendo.
Mientras por un lado aumentan las posibilidades de represión a pocas cuadras de allí Scioli se rodeaba de todas las divas y el glamour para inaugurar la temporada de verano, que como todos los años dejará millonarias ganancias a los empresarios gracias a más trabajo en negro y el gobierno provincial inicia una trucha inspección en las empresas pesqueras.
Siguen buscando quebrar la histórica lucha de los fileteros, un ejemplo de la lucha contra el trabajo en negro.
El ‘pacto social’ contra los fileteros no puede pasar. Por eso hay que impulsar una gran campaña nacional de solidaridad con su lucha.